8 de Diciembre 1983

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Me desperté esta mañana sobre el diario con un dolor de cabeza bárbaro... no estoy de humor para hacer nada, y mucho menos enfrente a Mike quien me abordó apenas entré a la cocina. Él estaba con el mismo discurso de siempre de cómo debo reponerme por los chicos... aunque está más preocupado por el trabajo que por cualquier otra cosa, como no me estoy encargado del taller y qué sé yo.

De verdad que no he ido a trabajar, mi esposa está muerta, algo horrible le pasó, y a lo mejor los chicos están en riesgo también, ¡Cómo puede olvidarme de todo esto e ir a trabajar de nuevo por Dios Santo!

De todas maneras, le dije a él que podía quedárselo, eso lo dejó frío. "Tú me estás diciendo que vas renunciar a tu vida después de eso", mírame Mike, mi vida se fue.

Mis hijos me necesitan, y mi esposa también, esas son las cosas que me interesan ahora, he hecho algunas investigaciones por el vecindario, haciendo algunas preguntas... Juraría que gente no está en casa muy conveniente cuando yo toco, quizá no quieren enfrentar a un viudo loco, o creen que soy un asesino en potencia.

Un fuego no se inicia de la nada, estoy convencido que de alguien estaba en mi casa esa noche. Es la única forma de que esto tenga sentido.

He comenzado a indagar en la biblioteca, recolectando archivos de la policía, paseándome por periódicos viejos, buscando posibles casos similares.

Yo voy a encontrar a este tipo, y cuando lo haga... Dios perdóname por lo que pienso hacer.

El diario de John WinchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora