Hola, amor.
No recuerdo cuando salíamos, estabas libre, ni siquiera recuerdo nuestra ultima llamada.
Siempre me llamabas o cuando estabas muy feliz, muy triste o muy confundido.
Una vez me llamaste 14 veces, yo no respondía el teléfono, estaba demasiado rota.
Como mi familia.
Entonces empecé a contarte sobre mi vida, sobre mi pasado, sobre mis miedos... Y te fuiste.
Con amor, yo.