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-El es Christopher me presento a un chico que mirando bien, no estaba nada mal. Así que yo misma me autorice examinando por completo, su cabello era de un color Castaño claro, largo pero no tanto y despeinado, su piel era blanca, con un muy ligero toqué dorado y sus mejillas estaban decordas por diminutos granitos que ni se notaban, sus ojos eran de un color café sumamente hermoso, pero lo que más me sorprendió fue la hermosa y deslumbrante sonrisa que tenía. Vestía unos jeans negros ajustados, que no le quedaban absolutamente mal, una playera roja y sobre esta tenía una chaqueta negra de piel arremangada hasta los codos. Simplemente perfecto para el crimen.
-El es hijo de Edward Ingle el socio de tu padre, y él es el que se encargara de ti el tiempo que estemos afuera...
-Bien... olvidemos el crimen -mi mirada de admiración se transformó a una de desprecio, que claramente parecía no afectarle ya qus seguía con esa sonrisa.
M padre interrumpió el incómodo momento, mientras bajaba por las escaleras con las maletas.
-Le ayudó... -se ofreció mi "niñero"
-Idiota -pensé.
El auto del aeropuerto llegó a la casa, el chofer bajo y les ayudó a dubir las maletas.
-Por favor Hannah no quiero problemas, sigue las indicaciones de Christopher me dijo mi padre.
-Está bien... cero problemas... -tal vez no era del todo cierto.
-Bien...- me dio un beso en la frente y subió al auto donde mi madre y Ana ya le esperaban.
Vi como el auto casa vez se alegaba más y más que no pude verlo. Gire sobre mis talones par entra a la casa pero ahí estaba Christopher, miraba perdidamente hacia la calle, con ambas manos en los bolsillos de su pantalon, me miro y me sonrío.
-Hola... -me dijo con su melodiosa voz.
Sin contestarle nada caminé y le saque la vuelta para poder entrar a la casa.
-¿Y esa maleta? -pregunte cuando vi dos maletas grande l pié de las escaleras.
-Son mías... -me contestó caminando detrás de mi - viviré aquí... así que será mejor que nos llevemos bien -lo fulmine con la mirada, y volví a subir las escaleras.
Me desperté cundo escuche tres fuertes golpes en la puerta, pero simplemente los ignore, y volví a dormt.
-Levantate ya o llegarás tardé -tome el.cobertor y me tape hasta la cabeza, ya que había encendido las luz.
-No pasa nada si llegó tarde... -mentí
-Si... pues aseguremonos de que no pasará nada...levantate...-lanzo el cobertor a la cámara y salió cerrado la puerta.
-¡Y este quien demonios se cree! - grite en mi foro interno.
Aun ahogada en rabia, me dirige a la regadera, y le dijo paso a la lluvia artificiales, espere a que está se templara para ahora si comienza a desharme de mis prendas, entre dejando que las gotas tibias de agua cayeran sobre mi piel llevandose todo el enojo. Nada... pero absolutamente nada era tan relajarse para mi como un baño con agua caliente.
Salí de la ducha despuese de envolverme en una de las toallas blancas que las encargadas de limpieza dejando ahí todos los días y me puse unos pantalones negros ajustados y una blusa roja tome mi bolso y las llaves de aouto para después salí de la habitación.
-No tines un.pantalón más viejo...-soltó una carcajada.
-No está viejo...-lo mire despectivamente, sabía claramente que no era viejo si no que si no que así era, sólo lo hacía para hacerme enojar.
-Aquí a las tres de la tarde...- me dijo antes de que abriera la.puerta
-Idiota...-susurre.
-¡Te escuché! -me grito desde la.puerta de la cocina.
-¡No me importa! -Cerré la puerta de un golpe.

Niñero- Christopher DrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora