Mesec Zaštitnica, Luna Protectora

Prologo

- Mesec, corre, no mires atrás, corre y sálvate, llega a la vieja cabaña que un día te mostré, ahí has de encontrar a alguien quien te reconocerá al instante, ella te dirá todo lo que debes saber. Nunca pierdas tu amuleto y sobre todo nunca te lo quites, te amamos pequeña.

Salí al bosque y empecé a correr, no mire hacia atrás tal y como dijo mi padre. Después de un rato, unos lobos me acompañaban en el correr, pero no iban persiguiéndome, iban alrededor mío como si yo fuera parte de su manada, quizás pronto iba entender el "por qué" a esto. No sé cuánto tarde, pero se me hizo eterno, llegue a la cabaña, golpee fuertemente y una anciana salió de esta, me hizo pasar como si algo estuviese detrás mío y me fuese a hacer daño.

- Es entendible que no estés comprendiendo lo que está pasando, Mesec solo tienes 9 años y el futuro del mundo está en tus manos desde ahora.

- ¿Quién eres? - Dije tratando de regular mi respiración.

- Soy tu abuela. Mesec, tus padres están muertos, ellos se entregaron a los Yugoslavos y murieron por ti.

Quede paralizada al escuchar aquella noticia, sabía que algo malo pasaba, pero nunca se cruzó por mi cabeza algo así, tenía sed de venganza, quería vengar la muerte de mis padres, pero no sabía qué hacer, la culpa me consumía, pero el enojo se apoderaba de mí, me sentía extraña, sentía que un ser fuera a salir de mí, pero lo único que surgió fue un brillar de mi amuleto, mi abuela me tranquilizaba y poco a poco me fui calmando.

- Sé que es duro para ti - prosiguió - pero es así como debía pasar, Mesec, tu vida y tu destino, están predestinados a pasar, todo lo que harás y lo que paso, hace muchos años se sabía y yo tengo el deber de explicarte y de decirte lo que tienes que saber.

- ¿Y cuánto tiempo tomara esto, abuela?

- El tiempo suficiente.

- ¿Y que es todo lo que tengo que saber?

- Empezare con lo básico, - Hizo una pausa para sentarse nuevamente en su sillón y prosiguió - mira, nosotros no somos personas normales, somos místicas y por ello llevamos y tenemos cargas muy importantes en el mundo por el hecho de ser visibles al ojo humano. Al morir, simplemente volvemos a nuestra naturaleza, me refiero a que tus padres no están mal, de hecho están mucho más felices que antes.

- ¿Eso quiere decir que puedo volver a hablar con ellos?

- Claro, pero requiere concentración y meditación, yo te enseñare a hacerlo - No dije nada así que prosiguió - al ser místicos, recibimos ciertos nombres que nos describen, por ejemplo, mi nombre es Majka, que significa "madre" en serbio y Staratelj que significa "guardiana" en bosnio, así que mi nombre es "madre guardiana", soy el poder más alto en la naturaleza mística, tengo el poder de cuidar a todos los nuestros y de poder viajar entre este mundo al otro, al ser mi nieta tu recibirás ese don cuando muera. Continuo, tu nombre es Mesec que significa "luna" en serbio y Zaštitnica que significa "protectora" en bosnio, así que tu nombre es Luna Protectora, Mesec, tú eres la protección de este mundo y tienes que librarlos de los yugoslavos.

Lo único que pasaba por mi cabeza, era: "tengo 9 años, mis padres están muertos y tengo encima el futuro y la protección de todo el mundo", me sentía pérdida y débil, mis ojos poco a poco se iban cerrando y mi vista se volvía negra.

Cuando desperté, era otro día, fui a la cocina y la abuela se encontraba allí.

- Mesec, debes emprender un viaje hacia el fin del mundo, lleva contigo todo lo necesario, pero tienes que llevar algo que no puedes perder y mucho menos dejar que alguien más le toque, ven acompáñame.

Me llevó a afuera de la casa, a un lugar donde había como una especie de puerta al sótano en el que estaba cerrado por muchas cadenas, la abuela pronuncio unas palabras en un idioma que no logré entender, la puerta se abrió y una nube de polvo salió de esta, mi abuela me hizo entrar, no había casi nada, solo un gran armario y de este saco una caja larga:

- Esta es la espada de tu bisabuelo, tú eres la primera mujer con el don de protección - volvió a meter las manos al armario y busco algo, de él saco una especie de pergamino y siguió hablando - este es el oráculo místico, en él está escrito tu destino, debes llevarlo, él te ayudara y te dará respuesta a muchas preguntas. Y por último está tu amuleto, supongo que tu padre ya te había hablado de él, pero este posee tus poderes y tu vida, de él dependes mucho. Ahora volvamos adentro, debes aprender a meditar y a manejar tus poderes.

Terminamos cuando el sol se puso arriba, me explico todo lo que tenía que hacer para poder meditar, además me enseño un poco de Serbio y Bosnio, me dijo que era muy importante saberlo y era tarea mía descubrir un tipo de patrón en los nombres de los chicos que debía de buscar mediante mi viaje, le pregunte sobre el correr de los lobos a mi alrededor, dijo que los lobos son animales muy amigos de nosotros, que de hecho son animales protectores y por eso han cuidado de mí toda la vida, además mi madre era loba antes de conocer a mi padre.

Emprendí mi viaje a compañía de los lobos, era un viaje algo largo hacia la playa, donde tenía que buscar a la primera persona que me llevaría al fin del mundo a cumplir mi misión. Al cabo de un rato ya estaba agotada, pero no podía descansar, porque debía llegar antes de que el sol se ocultara.

- ¿Quiere que la ayude, señorita? - Escuche decir y saque mi espada asustada.

- ¿Quién anda ahí? - Pregunte mirando a todos lados.

- No se preocupe señorita, de seguro su abuela no le explico que podía hablar con nosotros - Baje la vista y pude ver que quien me había hablado era un joven lobo - se ve algo cansada, ¿quiere que la lleve en mi lomo?

- ¿No es mucho pedir? - Pregunte un poco confundida, no era muy común hablar con los animales, pero con todo lo que me había pasado últimamente, creo que es lo más normal que ocurría en ese momento

- Claro que no, venga súbase

Me subí en su lomo y se echó a correr, al igual que toda la manada, él era muy grande, un poco más alto que yo. Cada vez se escuchaba más cerca el sonido del mar, era tranquilo, armonioso y bello a la vez. Al llegar, pararon en un lugar y yo me baje del lobo que por lo que me había dicho, se llamaba Slaven, los lobos se reunieron y hablaron por unos momentos, parecían despedirse, todos tenían una mirada de tristeza que se podía detectar a leguas.

Slaven me explico que él debía ser mi acompañante y que sería mi siervo por el resto de mi vida o en el peor de los casos de su vida. Caminamos hacia cierta parte de la orilla del mar, hasta que llegamos al barco de un joven marinero, que llevaba un amuleto algo parecido al mío, ambos empezaron a brillar, así que supe que había encontrado a la primero persona que me había dicho mi abuela. Hablamos por un momento y me hizo embarcar y emprendimos viaje hacia el fin del mundo.

Pasaron muchos días y muchas aventuras, los piratas nos atacaron y otros buenos navegantes nos advirtieron sobre las oscuridades y las monstruosas historias sobre Escila y Caribdis situados en lo que ellos llaman el fin del mundo, pero según lo que el oráculo pudo responderme, ese no era el verdadero, en realidad, era un lugar mucho más alejado a ese, era un lugar de paz y tranquilidad. También descubrí que los nombres tenían un significado muy marcado y que formada un tipo de rito.