El viento golpeaba mi rostro con fuerza, se aproximaba una tormenta al parecer; pero por el momento eso no era mi mayor preocupación.
-¿Es en serio?-pregunté incrédula.- No me han invitado a una reunión así desde los 11 años, cuando tenia muchos amigos.
-Si, es en serio boba, ademas puede que consigas nuevos amigos mañana.- una sincera sonrisa se formo en su rostro.
Suspire.
-Esta bien iré, puede que sirva para distraerme un rato.
-Si!- respondió sonriendo.- Mejor nos vamos a tu casa, tu madre se preocupara. Ademas tengo que charlar con ella para que te deje ir conmigo mañana.
-Tienes razón.- conteste encaminándome por la vereda seguida por ella.
Caminamos en completo silencio por varios minutos, mi casa no se encontraba tan lejos de la escuela por lo que podía ir y venir solo caminando unas cuantas cuadras, pero aun así fueron los minutos mas largos de mi vida. Agradecí a Dios que solo faltaban un par de casas para llegar y terminar con el abrumador silencio. Pero mi suerte empeoro cuando pequeñas gotas cayeron sobre mi rostro y luego a mi alrededor, la lluvia nos alcanzo. Apuramos el paso casi corriendo tan solo cubriéndonos con nuestros brazos.
Llegamos a la entrada de mi hogar empapadas y busque mis llaves en mi bolso cuando una dulce melodía interrumpió mis pensamientos. Provenía de la casa de enfrente. Mire sobre mi hombro, era una casa color cielo con un pequeño jardín repleto de flores de distintos colores, pero no podía recordar quienes vivían allí. Y lo que mas me intrigaba era el origen de aquella melodía.
-Jenn...-llame a mi prima.-¿Sabes quién vive allí?-pregunte señalando aquella casa.
-Mmm... creo que allí vivían unos ancianos, pero no creo que ninguno de ellos toque el piano.-dijo adivinando mis pensamientos.-¿Podrías ya abrir la puerta?, ¡estoy congelándome!
-Esta bien, esta bien.
Entramos rápidamente por un estrecho pasillo hasta llegar al living, donde se encontraba mi madre sentada en uno de nuestros sillones colo caoba con una taza de café humeante entre las manos. Su mirada centrada en el cuadro de mi hermano fallecido frente a ella. Esa ha sido su rutina diaria desde hace 6 largos años.
-Mamá ya llegué.-exclamé.
Mi voz pareció sorprenderla:
-Oh! hola chicas...¿como les fue en la escuela?
-Bastante bien mamá.
-¡Hoy entregaron los exámenes y Nat ha conseguido el 1er puesto una vez mas! Los profesores hablan de la excelente alumna que es ella.
Jennifer lucia una sonrisa esplendida mientras decía aquello. Era totalmente opuesto a la expresión de mi madre, totalmente seria.
-¿Eso es cierto Natasha?-asentí.- Bueno, felicidades.
-Gracias.
Noté que Jennifer estaba algo nerviosa, era de esperarse, mi madre siempre incomoda a cualquiera que este cerca de ella. Esa es una de las razones por las que no tengo amigos.
Agarre a mi prima del brazo y la arrastre a mi habitación. Ya dentro de ella busque unas toallas para secarnos el cabello mojado por la lluvia. Tire mi bolso al suelo y me recosté sobre mi cama mirando al techo. Jennifer se recostó a un lado mio y ambas nos perdimos en nuestros pensamientos.
Recuerdos aparecían en mi mente furiosamente. Recuerdos que prefería olvidar. Mi corazón se contrajo y sentí puntadas en la garganta. Algunas palabras salieron sin pensarlas por mi boca:
-Yo no puedo seguir soportando esto.
Nadie contesto, tampoco esperaba una respuesta. Cerré mis ojos lentamente con el fin de dormir solo un poco hasta que una voz me habló.
-Debes hacerlo. No dejes que la muerte de Aaron sea solo un recuerdo. Él se encuentra en cada momento, en cada acción, en cada pensamiento que pasa por tu cabeza. No puedes tan solo fingir que no existe, serías una cobarde.
Por primera vez en mi vida recibí un regaño de parte de ella, y no fue agradable.
-No pretendo olvidarle, y aunque así fuera no lo lograría. Su imagen esta siempre en mi cabeza, puedo recordar su sonrisa y su dulce mirada, él lo era todo para mi. Pero... comprende, es difícil soportar esto, mi madre ni me dirige la mirada y mi padre jamas esta en casa, es como si no existiera. Solo estoy yo, en este abismo que es mi hogar, por caer y no hay nadie que me tienda una mano para sostenerme.-exclame secamente.
-¿Y se supone que yo tampoco existo?, dime Nat ¿que soy para ti? ¿Solo soy una persona mas en tu triste adolescencia? Pensé que era alguien importante para ti...-su voz expresaba amargura.
-Yo...-mi voz se quebró y llore en silencio. Sabia que había sido muy cruel con ella al decir esas cosas, pero no pude evitar decir lo que sentía.- Perdón por ser tan estúpida...
Me puse en posición fetal a espaldas de ella. Sentía el húmedo de mis mejillas y mis gemidos ahogados que aumentaron cuando sentí que me abrazaban. Me sentía triste pero a pesar de eso ella me abrazo porque en el fondo me comprendía.
Aproximadamente a las 9 de la noche desperté sobresaltada. En unos segundos me di cuenta que estaba sola en mi habitación. Había dejado de llorar y me dolía el estomago.
<<Eso me pasa por no comer nada en cuanto llegue...>>
Cogí mi teléfono y baje a buscar algo para calmar mi hambre. La cocina estaba vacía y silenciosa como siempre. Abrí el refrigerador y tome algunos aperitivos que luego fueron conmigo a mi habitación. Termine de comer, me lave los dientes y me coloque mi piyama; en cuanto estuve lista me dispuse a dormir pero no sin antes revisar si tenia algún mensaje de texto. Y si, allí mismo tenia un mensaje de mi prima que decía así:
"Holaa Nat, como veras me fui antes a casa porque mi madre necesitaba ayuda con sus bordados... pero ya hable con tu mamá y si te dio permiso para ir conmigo mañana! :D Pasare a buscarte al medio día, estate lista. Te quiero."
<<Supongo que será un almuerzo después de todo>>
Apague mi teléfono y caí rendida ante el cansancio.
Solo pude dormir ante el recuerdo de aquella interesante melodía que había escuchado hacia unas horas.
Volví con un nuevo capitulo! Espero sea de su agrado y si lo es por favor puede votar tocando la estrellita, es totalmente gratis :)
Comenten que les pareció y bueno ya subiré el próximo capitulo ^-^
También pueden pasarse por mi otra novela Silent Masks, espero les guste.
The Puppets Queen~
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Mejores días
Teen Fiction¿Qué harías si tu vida cotidiana da un giro de 180° solo por una persona? ¿Qué pasaría si tuvieras que arriesgar una gran amistad solo por esa persona? ¿Serias capas de reconstruir tu vida? ¿Aceptarías salir del oscuro laberinto dándole tu mano a es...