Protecting My Brother. || Jacob Sartorius.

••Capítulo 3••

- ¿Cómo te sientes linda? - me dijo una enfermera. Estaba en el hospital debido a mi caída... Ya no dolía tanto, pero me preocupa Jacob. A él le pasa algo y no quiere decirme.

- Bien, gracias por su atención. - le dije a la señora.

- No es nada. - soltó una risita. - Tienes visitas.

- Está bien... Gracias, hasta luego.

- Adiós cariño.

La enfermera se abrió la puerta y entró ¿Jacob?

- ¡JACOB! - grité y él corrió a abrazarme y yo también lo hice con el brazo que tenía sano.

- ¡Lo lamento Aria! - él seguía abrazado a mí. - No les digas a papá y a mamá que huí y te diré que es lo que ocurre.

- ¿Así que si te ocurre algo? - pregunté preocupada.

- Sí. - dijo cabizbajo.

- Cuéntame.

- E...Está bien. Alguien me está amenazando.

- ¿¡Qué!? Jacob esto es muy grave debes decirle a mamá y a papá.

- Pero esa persona me espía... No sé cómo lo hace pero sigue todos mis movimientos. Me obliga a robar cosas y amenaza con matarme si no lo hago... También lo haría si le digo a alguien... Ahora estoy en riesgo por decirte a ti.

- ¿Y quién es?

- N...No lo sé...

- ¿Cómo que no sabes?

- La verdad... No sé. Siempre me manda extraños mensajes y al final siempre pone una "A"...

El teléfono de Jacob sonó.

- Oh no... - dijo él preocupado. - mensaje de A.

Lo leyó y decía:
"¿Con que no sabes guardar un secreto, eh? Tienes los días contados.
-A."

Se le escapó una lagrima mientras lo leía...

- Aria, voy a morir. - comenzó a llorar como nunca había llorado y me abrazó.

- No Jacob... Yo te protegeré.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

(...)

Salí del hospital a las 16:00.

Fui caminando con Jacob a casa...

- Debemos averiguar quién es A y porqué te quiere a ti.

- Sí, pero ¿cómo?

- No lo sé... ¿Hay alguien al que no le caigas bien?

- Esto es más que eso, ¡ME ESTÁN AMENAZANDO DE MUERTE! - gritó Jacob.

- Shhh, ¿no es que A quiere que sea un secreto?

- Oh, sí... Lo siento.

- Descuida... Eh... Jacob ¿puedes entrar a ese kiosco y traerme unos chicles? - apunté hacia el negocio.

- Pe... Pero, puede pasarme algo.

- No va a pasarte nada... Yo estaré aquí cuidándote. Además, quiero saber si puedes estar solo en caso de que yo no me encuentre cerca.

- Pero tú sí estarás cerca y... Dime que no es cierto eso de que me dejarás solo.

- No puedes ir conmigo a clases, por ejemplo, yo tengo 16 y tú 13; es algo completamente diferente.

- Está bien, iré... Pero aléjate un poco más así sabré que puedo estar bien solo.

- Okay.

Me fui alejando y él entró al kiosco con unos 5 dólares que yo le había dado.

Mientras me alejaba alguien me tomó por la cintura, me tapó los ojos y me metió dentro de un auto; no recuerdo qué pasó después porque me desvanecí... Tampoco recuerdo la razón.