El expreso Hogwarts

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Parte 1

La hija de Bellatrix Lestrange

Narra Simphony

Estaba despidiéndome de el tío y la tía Malfoy. Mi tía me despidió muy cariñosamente. Ella era una persona amable y bondadosa. No me la imagino lanzandole a alguien una maldición como Cruciatus o Avada Kedabra.

Y eso la hacía debil, pensé. Ese tipo de caracter, bueno, bondadoso, amable, la hacía debil. Las personas fuertes, son aquellas personas que no tienen flaqueza en asesinar o en torturar, aquellas personas que son frías, que no sufren, por que el amor y el cariño sólo conllevan debilidad, sufrimiento. Recuerdo que mi madre me enseñó eso antes de ir a Azkaban. 

No me despedí tan cariñosamente de mis tíos, yo no era así. Nunca sería así. 

Miré a mi alrededor buscando a Draco, pero no estaba por allí. Debía de haber buscado un vagón junto con los de Slytherin. Suspiré con desgano. No tenía ganas de cruzarme con un montón de sangre sucias, traidores de sangre y Gryffindor en el camino de buscarlo. 

Decidí, mejor, buscar un vagón vacio. Vería a Draco despues, en la mesa de Slytherin, después de todo. No había duda de que iba a quedar allí, al igual que toda la familia Malfoy, la Black y la Lestrange.


Dejé mi equipaje a un lado y me senté. Saqué un libro de mi mochila. Era sobre las artes oscuras. No su defensa, lo cual era una tontería, si no de las artes en sí. Las artes que me habían enseñado mi familia, que habían practicado, las que tanto usaría cuando fuera vasalla de Lord Voldemort. Acaricié el libro con casi cariño. 

De pronto, escuché unas voces acercarse al vagón. Guarde el libro en las maletas. No me daba miedo que se enteraran de mi afición por las artes oscuras, si no por que podían decirle a algún profesor y éste me lo decomisaría. Saqué otro rápidamente y fingí estar profundamente inmersa en él, aunque ya practicamente me lo sabía de memoria. Había estudiado mucho antes de venir a Hogwarts.

Entraron 5 personas al vagón, y levanté la mirada sólo lo suficiente para ver su aspecto. Dos chicos que parecían ser de su edad, casi iguales, de cabello pelirrojo y pecas, bastante atractivo; un chico larguirucho y pelirrojo y pecoso igual a los gemelos, una chica con enmarañado pelo castaño y un chico con cabello de color azabache y ojos verdes. Lo reconoció como Harry, Harry Potter, el niño que vivió; aquel que provocó la caída del Señor Tenebroso.

Me revolví en mi asiento y volví la mirada al libro. Noté su mirada sobre mi y como dos de esas personas se sentaban a mi lado y 3 al frente. No levanté la mirada, pero vi por el rabillo de ojo que a mi lado estaban los gemelos. Recuerdo sus facciones de alguna parte, pero no sé de dónde.

  — Hola — saludaron todos en diferentes tiempos. Yo puse un mechón de mi enmarañado cabello atrás de mi oreja.

— Hola —  los saludé con indiferencia, sin levantar la vista.

— Mi nombre es Hermione Granger —  dijo la chica, como si yo le hubiese pedido su nombre. Estaba a punto de decirlo, cuando el chico pelirrojo que estaba a su lado habló:

— El mío es Ron We...

  — Los nuestros — lo interrumpió uno de los gemelos que estaban a mi lado. 

— Son — dijo el otro. Esto comenzaba a hacerse incómodo.

— Fred...

— ...y George...

— ...Weasley. — terminó uno, y yo no pude evitar hacer una mueca de asco.

Efectué uno de esos estremecimientos programados, uno de esos gestos para los que me habían educado inconscientemente cada vez que alguien admitía ser un traidor de sangre o un sangre sucia. Sin embargo, no dije nada, y me dije a mi misma que era por que me habían dicho que no debía de presumir tan rápido mis propósitos, si no al menos hacerlo cuando estuviera ya en Slytherin. Ignoré de nuevo a mi subconciente que me decía que en realidad era por que creía que no había nada malo en eso.

  — Bueno —  levanté mi barbilla, solemnemente —  mi nombre es Simphony Lestrange.

La chica castaña, como se llamaba, ¿Granger? parecía a punto de decir algo, pero Fred — ¿cómo yo podía diferenciarlos tan rápido—  interrumpió.

— ¿Sinfonía?

— ¿Melodía? — dijo George.

— No —  les dije, irritada. — SIM-PHO-NY. S.I.M.P.H.O.N.Y — Se los dije por silabas y se los deletreé.

— Bueno, Sim-pho-ny — me imitó Fred, y yo fulminé a aquel traidor con la mirada— Eres nueva, ¿no?, por que nunca habíamos oido de ti, y eso que pareces de mi edad.

— Sí — respondí, secamente— soy nueva.

— Oh —dijo la castaña, Granger—así que supongo que te han educado o en casa o has estudiado en otra escuela de magia y te has mudado aquí —lo dijo rápidamente y sin preguntarme siquiera. No sabía que me irritaba más de ella, su actitud de sabelotodo, o lo mucho que miraba a Fred —¿en cual casa quieres quedar?

Respecto a eso, no podía mentir. Lo más profundo de mi corazón, en dónde yo no hurgaria, decía "Gryffindor"; pero mi mente, mi razón y mi orgullo decían "Slytherin".

  — Slytherin, la casa de los sangre pura — dije yo. La chica puso una expresión que me hizo entender que eso era lo que quería escuchar. 

  —  ¡Lo sabía! — chilló, como si quisiera que todos en el tren la escuchara — eres una Lestrange, eso significa que...

  —  Que vengo de una familia de sangre pura, y a parte, estoy emparentada con los Black y los Malfoy—completé.

  — Vaya, y a mi que me parecias normal — dijo Fred, y sin embargo, estaba sonriendo.

La chica Granger lo miró a él, y habían celos en su mirada. Yo le sonreí a Fred de igual forma. Nunca me caería bien esa chica sangre sucia.

— Pero — la chica levantó la voz— Tú debes ser la hija de Bellatrix Lestrange. 

Todos se callaron al instante. Fue un silencio tenso. Yo le sonreí a la chica. No era algo de lo que tenía que avergonzarme, que mi madre fuese la mejor teniente de Lord Voldemort.

— Sí, lo soy— dije.

— Bueno, pues yo soy hijo de un loco que ama las cosas muggles — dijo Fred, y yo pensé, mordazmente, no lo dudo.  —Y no veo que me esten reprochando por eso.

Yo le sonreí, otra vez, para disgusto de la chica Granger. A partir de su intervención, el ambiente en el vagón se relajó y todos empezaron a charlar animadamente, excepto yo, que estaba inmersa en mis pensamientos. ¿Cómo podía ser que agradeciera que un asqueroso traidor de sangre me defendiera?

Mi madre estaría decepcionada de mi.

Y mi corazón decía que no me importaba.

La hija de Bellatrix Lestrange «Fred Weasley»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora