Los días pasaban lentamente como la navaja en mi piel todos los días y como si no fuera suficiente, también tenía que soportar las suplicas de Javier pidiendo que lo escuchara, hasta que una noche,mi padre llegó totalmente borracho,me encerré en mi cuarto hasta que escuché un fuerte golpe en mi puerta, era mi padre,yo abrí la puerta y solo me encontré con un puño (el de mi padre) tocando bruscamente mi rostro,lo mire con odio y al intentar cerrar la puerta,el lo impidió,cerro la puerta con seguro después de pasar,me dijo-maldita zorras ya veras! -me acorraló en una pared y empezó a tocarme hasta llegar a algo más, al terminar con migo, simplemente se fue como si nada, yo me sentía sucia, ne metí a bañar sin muchas fuerzas, al salir, decidí que me largaria de ese lugar, en una pequeña mochila metí algunas cosas necesarias y me dirigí a la puerta,mi madre me detuvo entonces yo la mire fríamente,ella me tiro al piso y empezó a golpearme a mas no poder y me dejó casi inconsciente En el piso, con las pocas fuerzas que tenía, subí las escaleras hasta mi cuarto y tomé mi navaja atravesé una de mis venas y entonces solo veo la sangre que brota de mi brazo ,oigo como la puerta de mi habitación se abre de golpe ,mi madre gritando y mis ojos cerrándose lentamente, cada vez el dolor es menor, ya nada importa,no hay vuelta atrás,veo a mis todos demonios destruirse,suelto una gran sonrisa al ver eso y entonces...