CAPÍTULO "TRES"

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Ámbar:
Después de que mi madre se fuera hice lo que me pidió, marque a Felipe.
- Felipe!! hablaron a la casa, papá tuvo un accidente y está en el hospital, mamá ya fue para allá y me dijo que te avisara para que la alcanzaras... Pero por favor Felipe puedes venir por mi...quiero ver a papá también - por un momento se queda callado, creo que está procesando lo que le acabo de decir, parece que pasan horas, pero en realidad son sólo minutos cuando por fin contesta.
- QUE COMO QUE PAPÁ ESTÁ EN EL HOSPITAL!!!... ok... ok... vale voy para allá, pero sabes que no te digo esto muy a menudo, creo que será mejor que sólo vaya yo... Pero no te preocupes por él... va a estar bien y te avisaremos lo que pasa - después de decir eso me cuelga antes de que yo le pudiera reclamar, porque yo quiero estar con mi papá.
Ya han pasado más de 15 minutos y no aguanto la desesperación de no saber que es lo que pasa con mi papá.
Me pongo a rezar, como siempre dice mi mamá: "para que las cosas malas se solucionen debemos rezar", ya se que es una locura pero es lo que se me ocurre para calmar mi angustia.
Ya en mi cuarto lista para empezar a rezar como mi madre me enseñó - padre nuestro.... -
- ¿QUE estas haciendo?- su voz me era familiar, pero al oirla mi reacción fue gritar y tirar lo primero que agarré (QUE fue una pequeña bola de cristal que mi padre me había comprado en uno de los viajes a Canadá)
- porque la agresividad, sólo vine a ver como estabas, ya pasó mucho tiempo y es hora de que regreses a casa - dijo tomando es sus manos mi bola de cristal en el aire justo antes de estrellarse en su cara.
- ¿quien es usted y que hace aquí?- le pregunté poniéndome de pie y retrocediendo.
- lo importante aqui no es quien soy yo, ni que hago aquí, si no ¿que es lo que tu haces aquí y donde está tu collar?- dice dando pasos con las últimas palabras.
- no se de que me está hablando y le voy a pedir que se vaya, mis padres no tardarán en llegar y le llamarán llamarán la Policía - fue lo único que pude decir ante el miedo que sentía.
- por favor!! ¿Y por Que esperar a que lleguen tus papás para que llames a la Policía? ¿porque no los llamas tu?- dijo tomando el teléfono que tenía en el Buró y entregandomelo - ¡¡hablales!!- me insistió casi a gritos, asustada y con manos temblorosas tome el teléfono y empecé a llamar a emegencias
-¡buenas noches! ¿cual es su emergencia?- contesto una mujer amable al otro lado de la línea.
- si, buenas noches, mire necesito ayuda porque hay... una persona... ¿donde está?- cuando me volví ya no había nadie en la habitación, ¡sólo yo!
- señorita ¿cual es su emergencia? ¿quien está en donde?- al no encontrarlo en la habitación decidí salir a buscar si estaba en otro lado, así que puse el teléfono en su lugar y salí, busque en todas las habitaciones y nada, ya resignada y convencida de que ya no había nadie decidí sentarme en el sillón de la sala a esperar noticias de mi papá.
(20 minutos después)
- ¡¡despierta!! Ámbar ¡¡despierta!!- su voz se escucha a lo lejos, no la puedo distinguir pero me es muy familiar.
- QUE despiertes hija por favor ya no duermas - ya la puedo escuchar un poco más serca, pero no es mi madre la que me llama, no es su voz, empieza a moverme para que yo despierte y lo logra.
- que... pasa... ¡¡PAPÁ!!- es lo que logro decir antes de poder abrir bien los ojos y ver quien me había despertado.
- tranquila... tranquilisate, no se de que hablabas, ¿pero quien estuvo aquí contigo?- mi reacción al ver a la mujer tan extraña que estaba sentada a un lado de mi, fue, primero gritar y preguntarle que que estaba haciendo ahí

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