~V~

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  Deje a las tres niñas en su escuela y tome un taxi para ir a la empresa. 
Al llegar a la empresa me fui directo a mi oficina donde era la secretaria del dueño de la empresa, Martin, un señor de aproximadamente 56 años era un pervertido total. La primera vez que llegue a la empresa fue buscando empleo para limpiar, puesto que no sabía nada de nada.
Haber dejado la escuela era algo fatal de lo que siempre me arrepentía pero no había marcha atrás.
Martin me había observado de pies a cabeza y había ordenado que me enseñaran a lidiar con todo lo que tuviera que ver en la oficina, en realidad, se me hizo un poco fácil aprender, ya que había dejado la escuela pero siempre me ponía a leer algunos libros que habían en casa y a escribir oraciones para practicar y mejorar.
Cuando domine bien el puesto, la chica que antes estaba fue despedida y me pusieron a mí. Al día siguiente en la puerta de mi casa había un regalo de parte de Martin dándome un vestido, tacones y una cartera. Mas una invitación a una cena.
Al principio pensé en no aceptar pero... ¿y si me despedía? Tenía 3 hermanas que mantener más los gastos de una casa.
Así que fui con él y no llegue a casa esa noche. Fue lo peor del mundo, fue como volver a vivir lo que paso cuando estaba con aquel hijoeputa.
Pero desde entonces, Martin me envía regalos y un cheque extra. A veces se va de viaje por cosas de negocios o de vacaciones con su familia.
El muy puto, tiene esposa y 2 hijos.
La mujer se ve a leguas que esta con el por el dinero y por ende le da igual que Martin ande por ahí.
––Bueno días, linda. Tenía mucho que no te veía. ––sonrió Martin, y beso mi mejilla.
––Si, lo mismo digo.
––Tenemos mucho trabajo. A empezar.
***
A decir verdad, aprovechaba mis noches saliendo de parranda para olvidar lo que pasaba en los días con Martin, tenía muchos pretendientes, hombres que se olvidaban de que no quería nada serio y me enviaban regalos, dinero y toda la cosa.
Era fácil desbancarlos.
Y más si eran tan ingenuos como Niall, el cual, en poco tiempo empezara dándome cosas, tiene una buena billetera y sé que no teme en usarla en mi después de que lo complazca.
Mi teléfono vibró, lo tome sin mirar quien era.
––¿Halo?
––¿_____? ––era Niall.
Pensando en el rey de roma.  

All what you need. Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora