Un Juguete.
Él era solo un juguete, algo material, algo sin vida.
Era sorprendente como el mundo se había decidido precisamente por él, Newt era un juguete que podías aventar de un quinto piso o azotarlo contra las paredes sabiendo que no se rompería rápidamente. Newt solo era un títere manejado por los hilos del destino, manipulado para encaminarse en el peor camino de todos, tirándose el mismo de un agujero oscuro y frio.
Newt sufría. Sufría demasiado. Pero nunca lo dejó salir, el sufría en silencio, cuando sabía que nadie podría escucharlo. Él, ese ser callado y tranquilo, paciente y amable que todos conocían, en realidad era un pobre diablo que no podía cargar con sus propias emociones. Newt intentaba convencerse a sí mismo y a los demás que empezó a sufrir cuando se enteró de su no inmunidad, pero eso era mentira, Newt sufría desde el día que despertó en esa caja metálica tan oscura y tenebrosa.
Lo recordaba perfectamente. Se había despertado agitadamente por el movimiento de la caja. Desesperado, intento inútilmente abrirla, detenerla, trataba de salir de allí, pero no pudo. No le quedó más remedio que esperar. Cuando se detuvo, Newt no supo que hacer. Pensó en gritar por ayuda, pero no le había funcionado antes, así que eso no era opción. Antes de pensar otra cosa, se escuchó un horrible sonido de metal, y un potente rayo de luz se coló por el techo de aquella caja. Newt cerró los ojos por el cambio tan repentino, y cuando volvió a abrirlos, arriba de su cabeza había unos 4 chicos. Desconcertado, se les quedó viendo, esperando algo, cualquier cosa. Uno de los chicos le dejó caer una cuerda, como invitándolo a subir. Titubeó, pero al final sujetó la cuerda y entre los que estaban arriba lo subieron. Lo jalaron de la ropa y lo rodearon, Newt estaba aturdido, asustado y, hasta en un cierto punto, molesto.
Debido a su personalidad tranquila, muy pronto logro adaptarse. Veía mes con mes llegar a otro chico, desesperado y asustado, justo como él. Y ver cada rostro lleno de angustia y terror lo lastimaba, lo hería, lo enfurecía. Se juró a si mismo sacarlos de allí, y la mejor manera para conseguirlo era siendo corredor. Sonaría emocionante, aunque la idea no le gustó demasiado, se decidió por aceptarla, pues esa meta de salir de esa cárcel era su prioridad; encontraría la manera de salir, el resolvería el maldito Laberinto. El llevaría a todos a su casa.
Justo como lo hizo Tommy. Newt rió en su mente de lo irónico que era todo eso. Pero yo soy diferente, yo me rendí.
Ese había sido su problema, se había rendido. Después de un tiempo, desistió. Se convenció a si mismo que nunca saldría de ese asqueroso Laberinto. Cada día, cuando salía a correr, lo hacía con tristeza, con pesadez, sabía que no había salida, y también era bastante consciente de que nadie vendría a ayudarlos. El simple hecho de saber que no podría salir nunca, que tendría que pasar toda su vida allí, lo aterraba. Y ese miedo en su interior creció y creció. Newt lo dejó crecer demasiado, hasta que llegó el día que no se pudo controlar. Ese fue su primer error, el primero de muchos más.
Podía sentir el sudor en su frente, ardor en las manos, dolor en todo el cuerpo. Tragó saliva, pensando que ese era el final. Tenía terror a caer, pero tenía más terror de seguir atrapado allí. Sin pensarlo demasiado -pues su fuerza no duraría para siempre- se dejó ir. La gravedad se lo tragó, y cayó al piso. No le dio tiempo de gritar, de pensar, de nada. Cuando su cuerpo impactó el suelo, sintió dolor en cada centímetro de su anatomía, y después fue todo negro.
Yo debí haber muerto allí. Yo tuve que haber muerto allí.
Pero no sucedió, el mundo demostró que aún no se había aburrido de hacerlo sufrir, y lo dejo vivir. Cuando despertó, el dolor era intenso, y tuvo que quedarse en reposo muchos días. Pero eso no fue lo peor.
ESTÁS LEYENDO
visión. // tmr, newt.
FanfictionÉl no merecía que el mundo lo tratara de esa forma. _____________________________________ → one-shot. → Maze Runner. → Contiene spoilers de los tres libros.