La Entrevista

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-¡Mierda!, me quedé dormida, voy a llegar tarde. - Hoy es la entrevista final para ocupar el puesto de asistente de gerencia del "Grupo Ibérica Hnos", y anoche tuve que quedarme hasta tarde por el proyecto de finanzas y no puse el despertador a las 6 am y son casi las 7 am - ¡Maldición! - gruño mientras a trompezones corro hacia la ducha y me meto en el agua fria, hoy no hay tiempo para temperarla y creo que es mejor así, de paso que me despierto del todo. Me enfundo con la falda tubo negra que me compró Jessica, según ella era bueno parecer elegante y me pongo la blusa blanca que me regaló mamá, he bajado de peso y esbozo una sonrisa. Me pongo un poco de rimel y lápiz labial y salgo despavorida con los zapatos en la mano; afuera me espera con una meneo de cabeza Joaquin, que menos mal hoy no tenia clases temprano y se ofreció, bueno casi le rogué por teléfono que pase por mi, y ha venido en esa moto que me da espanto, me tiende el casco mientras mi cara se va poniendo de mi colores, pero a esta hora con el tráfico bendito no hay de otra o me subo a la moto o no llego.

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Hace tres meses en la cena de gala de la escuela, el director Mendoza me llama a su mesa.
Algo nerviosa me acerco, apenas he cruzado palabras con ese hombre estos años y fue por decirlo de algún modo el hueso más duro de roer al momento de aprobar una materia, creo que desde ahí me gané su respeto, no era común que alguien le aprobará el curso a la primera y aunque no tuve 20, mi bien ganado 14 era suficiente.
- Srta Velez, un gusto volverla a ver - me extendía una mano mientras con la otra me señalaba la silla junto a él.
- Igualmente profesor - me siento, y por dentro me pregunto que hago ahí, mis notas se han mantenido en el rango superior para mantener la beca, ¿acaso el profesor Campos se habrá quejado de la vez que le derrame él café?
- ¿Gia?¿Gia? ¿Estás bien? - oigo que me llama, mientras toca mi brazo.
- Oh, lo siento - digo, mientras siento el calor apoderarse de mi cachetes, menudo papelón estoy haciendo. Toso y me acomodo en el asiento.
- Tranquila, no pasa nada - y me regala una sonrisa - te estarás preguntando por qué he mandado llamarte y justo hoy cuando deberías estar pasando un grato momento con tus compañeros - asiento y me vuelvo a poner colorada - mira - me dice, mientras me extiende un papel, y me anima a abrirlo.
Desdoblo y el papel y aparece de inmediato el logo de la empresa más grande del Perú y mientras mis ojos van leyendo aquel papel siento que mi corazón va salir por mi boca, y cuando alzó la mirada lo veo extenderme una sonrisa.
Me vuelvo a acomodar y siento que el vestido me pesa demasiado. Luego vuelvo a mirarlo y él dice -Esto llegó ayer a la universidad y no puedo estar más que gratamente satisfecho de lo ahí dice. Están solicitando cubrir una vacante pero han pedido específicamente quienes son los alumnos que quieren que postulen y de aqui sólo has sido escogida tú - espera un momento a que diga algo, pero no puedo pronunciar palabra alguna así que continúa - Gia, esta noticia enorgulluce a toda la casa universitaria, hemos averiguado y han enviando esta misma carta a las universidades más prestigiosas del país, no voy a mentirte será una dura batalla pero el hecho que te hayan considerado es waoo! - y mis nervios dejan que se me escape una sonrisa.-
¿por qué no he esperado al lunes para decírtelo? Porque el decano lo anunciará hoy frente a toda la fiesta y no quiero que te tome por sorpresa, así que ¡prepárate! - y mientras se para yo siento que voy a vomitar.

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Enana ya llegamos, ¿Qué pasa, ya no quieres entrar? - me grita mientras me aprieta el musco y me mira por el espejo retrovisor.
No me di cuenta y saca ahora mismo tus manos de ahí o te va ir muy mal - lo miro con cara de moticuco.
Ya, ya, caray uno no puede decir nada que ya saltas como fiera, es lo menos que me merezco ¿no? Luego de haber salido a rescatarte a las 7 de la madrugada - y mientras con sus dos manos aprieta mis cachetes y los mueve de un lado a otro. Ambos reímos y lo abrazo fuerte aunque para eso tenga que empinarme demasiado. Ni modo él con su 1.84 y yo con mi 1.52 no se puede hacer otra cosa o él se agacha o yo me subo a algún escalón.
Son las 7:20 - suelto y lo miro y él parece muy complacido - si que eres rápido, no sé como no nos hemos matado.
Epa! ¿No confías en mi? Esperaba un mínimo gracias Dios de la velocidad - haciendo un gesto con sus pulgares a él mismo- listo señorita, le queda 40 minutos para tratar de esconder esa cabeza de león en algún peinado decente, acomodarse la blusa, ponerse los zapatos y esperar su llamado.
me da un beso en la nariz y se sube a la moto, yo volteo y camino lo más calmada posible aunque el corazón me lata y volteo cuando escucho mi nombre - eh, Gia! Voy a estar por aqui dando vueltas por si quieres festejar y dicho esto arranca y desaparece.
Entro y no puedo retener un soplido - era la primera vez que entraba a ese lugar, hasta ahora las capacitaciones y exámenes habían sido en el American Hotel, y de eso, de casi 300 postulantes de todo el país hoy solo quedábamos 5, recordarlo me ponía nerviosa y mis manos empezaban a sudarme.
Me acerco a la recepcionista y con mi mejor sonrisa le pregunto por la entrevista con el Señor Adrianzén, ella me mira sorprendida mientras observa el reloj que hay justo a mi espada y yo moviendo la cabeza le digo que es mejor prevenir que lamentar, ella sonríe y me mira con algo parecido a la compasión. Me señala el asensor, me da un pase de visitante y me dice que marque el piso 20.
¿20? - suelto como si me estuvieran ahorcando - si - dice ella y me mira por debajo de sus lentes. - ¿Algún problema? - siento que me queman los ojos- No, no, ninguno - y me doy vuelta mientras trato de no caer, ni modo que le diga oh señorita lo que pasa es que sufro de claustrofobia, ¿ podrían hacer la entrevista aquí? - pfff .
Estoy a punto de presionar el botón de llamado del asensor cuando siento una sombra en mi espalda, volteo y me topo con una corbata azul marina justo en mis ojos.
¡Oh, disculpa!- me alejo y me choco con la puerta que justo esta abriéndose y siento como sus brazos sujetan mis manos para que no caiga dentro de esa caja. Alzo la mirada y logro ver una sonrisa burlona en su cara. Ah no! De mi nadie se burla, sin ser tosca me suelto de sus manos, pronucio un gracia y me alejo a la otra esquina con la cara roja como un tomate, y maldigo para mis adentros.
¿siempre sueles ir sitios con los zapatos en la mano? - señalando mis zapatos negros que cuelgan de mis manos.
Me embalentono, suficiente ya se ha reido de mi este tipo y por mas que su sonrisa parezca salida de anuncio de televisión, es un idiota por burlarse de mi. Lo miro y no bajo la mirada, a mi nadie me humilla, mucho menos un muñequito de torta. Él perturbado mira a otro lado y siento que su sonrisa tonta ha desaparecido. ¡Gané! Y sonrio para mi.
Me había olvidado de marcar el piso y cuando voy por ello veo que él también va a ese mismo piso, ¿será uno de los entrevistados? No recuerdo haberlo visto nunca, ni siquiera en el último examen de la semana pasada, me quedo mirándolo buscando saber si él es mi competencia, me ha pillado, se da cuenta que lo estoy mirando y de nuevo mis cachetes se encienden como rocotos.
Me lanza una sonrisa y me mira directo a los ojos, esta vez gana y mis puños me duelen.
Está a punto de decirme algo cuando el asensor da un golpe en seco y nos hace tambalearnos. Nos miramos y presionamos los botones, maldición la cosa esta se ha parado; saco el celular para llamar a Joaquin pero nada, no hay señal; creo que él hace lo mismo porque lo veo estirar su celular por toda la caja y gruñir.
Son las 7:29 am, no lo puedo creer voy a perder mi oportunidad por un maldito asensor. Trato de controlarme, cierro los ojos y lo escucho decir - estas cosas pasan a menudo, ya vienen a sacarnos - le lanzó una mirada fría y vuelvo a cerrar los ojos. Busco en mi cabeza una canción que me alegre y empiezo a tararearla:

Yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo... jur...

También me gusta Luis Fonsi, pero no sé que me asusta más estar encerrado aquí o escucharte cantar - y me guiña un ojo.
Pero que se ha creído ese tipo, estoy a punto de darle un carterazo cuando el asensor comienza a subir, mi alma vuelve al cuerpo. 7:40, menos mal. El asensor se abre justo frente a un gran salón con ventanales grandes, es precioso. Estoy tan concentrada que cuando doy vuelta él ya no está, tuerso la boca y camino hacia la recepcionista, me saluda y luego de saludarla le pregunto por los servicios. Muy amable me indica dónde es y voy lo más prisa que mis pies pueden ir sin parecer desesperada.
Me veo al espejo, tengo cara de muerte, y mi pelo está hecho trizas, sacó la coleta, cojo el peine y casi arrancándome el cabello logró meterlo en la coleta. Me lavo la cara, pinto de nuevo mis ojos y mis labios. Listo no puedo hacer más. Esa del espejo soy yo. Colocó los zapatos y salgo. 7:59.

Siempre Fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora