Soy como un libro. Aparentemente aburrido. Fácil de echar a un lado no te das cuenta si está o no ahí; pero una vez que lo abres, te das cuenta, por cada página, que escondo un secreto, que no soy como pensabas, y que soy mucho mejor de lo que las personas quieren echar abajo. Que tengo magia, que tengo imaginación, pero no lo sabes, porque soy esa clase de libros que nadie lee.