005.

278 40 13
                                    




-Entonces, ¿pasas por mi en unas horas?-pregunté mordiéndome las uñas.

-No hay ningún problema, querida. ¿Estarás bien?-habló la mujer desde la otra línea.

-Si, mamá. No te preocupes, yo te llamo. También te amo, adiós. -colgué.

-¿Y?-dijo Yoongi sentado al borde de aquella cómoda cama.

-Aceptó, tenemos unas horas, capitán.

-¿Pizza y película de piratas?

-Se oye estupendo -.Sonreí y Yoongi aplaudió como un pequeño de cinco años emocionado, a excepción de su rostro que no expresaba nada, ¿en qué momento cambió tanto?, a pesar de eso, me sentia feliz. La vida volvía a tener sentido para mi.

-Es obvio que Iron Man es mejor que Hulk.

-Por supuesto que no, Iron Man no es gigante, ni tiene tanta fuerza como Hulk-. Me discutió él por enésima vez.

-Pues Hulk no puede volar, ni lanzar rayos, ni es tan atractivo como Iron Man. Así que es él mejor.

-¡Nunca!-respondió Yoongi, enterrando sus duras manos en mis costillas, haciéndome cosquillas.

Llevaba cerca de dos horas con Yoongi. Había pedido tres cajas de pizzas que devoramos juntos, en un momento dado con la compañía de un intruso de nombre Jin, y luego de robarse una pizza entera, nuevamente solos. Y olvidamos por completo que una de nuestras antiguas películas favoritas Piratas del Caribe seguía reproduciéndose en la tv.

Me encontraba acostada y con la cabeza apoyada en las piernas rectas de Yoongi, quien estaba sentado, recostado en la gran cabecera de su cama.

Observaba el techo como si fuese lo más interesante del mundo, mientras vagaba en él mar de recuerdos de mi cabeza, pensando en él chico que acariciaba mi cabello con suma delicadeza y enredaba pequeños mechones de este en sus largos dedos.

-¿Recuerdas el día en que te vestiste con las faldas y él sostén de mi madre?-pregunté divertida, y observé a Yoongi abrir los ojos y la boca sorprendido.

-Claro que lo recuerdo, pequeña tramposa, apostamos en una carrera y tú me metiste él pie a mitad del camino, por eso ganaste.-me pegó en la frente.

-¡Auch! ¡No lo hice, te caíste solito!-reí y me lanzó una mirada fulminante.

-¿Recuerdas cuando perdiste él primer diente y no querías comer? -preguntó Yoongi, con nostalgia.

-Lo recuerdo, me alimentaste con comida para bebé porque tenías miedo a que desapareciera por no comer. -Sonreí.

-Eras una miedosa.-se burló.

-Habla el chico que corrió cuatro kilómetros gritando como niña en una granja porque una gallina lo perseguía.

-¡Casi me arranca los ojos con aquel enorme pico!-se defendió

-¡Te robaste sus huevos y lanzaste a una de sus crías al lago pensando que podría volar!-reí.

-¡No había desayunado para ir y no fue culpa mía que nunca me dijeran que las gallinas no vuelan!

-Eras un tonto.-respondí entre risas.

-Y tú muy linda.-bajó la voz. Y se me cortó la respiración.- ahora luces como un horrible tomate-. Soltó una carcajada.

-¡Yoongi!-lo golpeo en el pecho y él ríe más fuerte, contagiándome enseguida.

Años habían pasado desde la última vez en que me sentí tan bien con la compañía de alguien, ¿Y cómo no? Si mi compañía era nadie más y nadie menos que Min Yoongi, mi persona favorita en el mundo.

Suspiré.

Pero sabía que lo bueno nunca es eterno y no podía seguir disfrutando a su lado, con un pequeño gran problema cargándome los hombros. Min Yoongi no tenía ni la menor idea de que su mejor amiga, había sido condenada por la maldita leucemia. ¿Debería decirle?

-¿Xio?-susurró él, acariciando mi cabello.

-¿Qué sucede? -lo miré a los ojos, y me arrepentí al instante. Sus ojos lucían tristes, miedosos y eso me dolió.

-Te he echado de menos...-susurró y yo callé.-No nos volvamos a separar. No lo soportaría -. Continuó.

Y las lágrimas comenzaban a picarme en los ojos.

-Por supuesto que no, Yoongi. Nunca más -. Respondí usando él mismo tono suyo y dudando de mis palabras.

Él miedo en mi interior volvió a brotar, él miedo a dejarlo, el miedo a perderlo de nuevo.

Si le decía que la muerte iba tras mi, lo destruiría, y ya habíamos sufrido bastante en todos estos años separados.

Lo siento, Yoongi.

-Entonces, te llamaré mañana, quizás nos den él día libre para explorar la ciudad. Te presentaré a los chicos y podríamos salir.

-¡Oh, Dios! No puedo creer que tuve a mis salvadores frente a mis narices, y ahora probablemente vuelva a verlos.-chillé feliz y vi a Yoongi sonriendo.

-Solo no te enamores de ninguno, no quisiera asesinarlos, aún nos quedan muchos discos que lanzar y conciertos que dar.-sonreí avergonzada.

Si supieras que mi corazón está solo contigo...

-Bien, esperaré tu llamada, Yoongi-ah.

-Y yo esperaré volver a verte, pequeña.-acarició mis mejillas, haciéndolas arder.

Me dio dos besos en las mejillas, uno en la frente y otro en la punta de la nariz, reí ante sus actos y lo abracé una vez más, esta vez lo pegué tanto a mi como si de mi vida se tratase. Y así era, Yoongi era uno de los pilares principales que me sostenían y no me dejaban caer, jamás.

Inhale una vez más profundamente su aroma, y me separé de él. Caminé hasta él auto aparcado en él estacionamiento, donde mi madre aguardaba por mi.

-Fue un placer verla de nuevo, Señora Na.-dijo él

-Espero verte pronto de nuevo por casa, correteando a Xio y destruyendo todo a tu paso, como los viejos tiempos, Yoongi.-habló mi madre.

-Mamá, ya estamos grandes. -la regañe.

-Tengalo por seguro, Señora Na. Así será -sonrió y me palmee la frente.

Subí al auto y arrancamos, despedí a Yoongi con mi mano y una sonrisa y partimos.


Y ya empiezo a extrañarlo...










¡HOLA, RAYITOS DE SOL! Se que me tardo demasiado a la hora de actualizar, pero los problemas nunca se me terminan, pues. Evitando los detalles, espero que disfruten el capitulo, espero sus votitos y comentarios.

SARAAAANGHAEEE 🌈❤👽

Cáncer. »Min Yoongi«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora