*Jueves por la mañana, 6:50a.m*
~_____, levántate, ya serán las siete -dijo mamá sacudiendo mi hombro izquierdo-
~Mmm... Y que con eso, dejame dormir -le contesté adormilada-
~Debes vestirte para tu primer día de clases -respondió aun sacudiéndome-
~Aahh, no puede ser -dije alargando toda la frase-
~Si, si puede, así que vístete, porque entras a las 8:00
~Woff, okeeey -le respondí molestaEra jueves, que gracias tendría ir solo dos días a clases?, ninguna, seria estúpido, no iré, eso sí.... ella no lo sabrá.
Me puse ese asqueroso uniforme, peiné mi cabello haciendo una coleta alta y dejando bien peinados todos los cabellos, posteriormente tuve que ponerme esos tacones... lo menos que quería era parecer "hijita de papis", lamentablemente tuve que hacerlo. Tomé mi mochila y dentro de esta metí un jeans negro rasgado junto a una blusa verde oscuro de cuadros y mis botines negros, por último guardé lo mas preciado... Mi bandana.
Bajé a comer un pan con queso y jamón derretido y tomé un té, luego me despedí de mamá y me fui... Ni se dió cuenta que la mochila llevaba ropa.
Al salir de casa caminé hacia la esquina y me quedé pensando a donde dirigirme, era muy temprano y hacia algo de frío... eran ya las 7:40, entonces me dirigí hacia algún parque que estuviera cerca para esperar que dieran las 8:00 y así poder pasar a un café a sacarme esta estúpida ropa.
No me di cuenta de que eran las 8:15, ya que me había quedado mirando un punto fijo y sin darme cuenta mi mente se había puesto en blanco. Me levanté inmediatamente de la banca y me dirigí hacia un local, caminé unos 20 minutos y al llegar pase directamente al baño y me cambié ropa, me miré en el espejo y me solté el cabello para luego desordenarlo un poco y dejarlo suelto, me coloqué mi bandana, esta vez no será en la cabeza, si no en la muñeca.
Una vez lista salí y me senté en un sofá que había en el local, ahora si estaba cómoda... no tenía ese dichoso uniforme puesto y eso se sentía agradable.Saqué mi celular de el bolsillo de la mochila y ví la hora...para mi desgracia aun era temprano, eran las 9:27 minutos, cuando dieran las 10:00 me largaría de aquí.
Llegó la hora y me paré del cómodo sofá, comencé a caminar hacia la salida, cuando estaba por llegar a la puerta, ésta se abrió y entró una chica algo acelerada y con la cara notoriamente sería, la cual me chocó el hombro, si no es porque tengo fuera, quizás hasta hubiese terminado en el suelo.
Al reaccionar a la escena, me giré en el mismo instante sin pensarlo, la observé y la mire fijamente... En ese momento se me había ido toda la poca alegría que a veces llegaba a mi.Ella era como de mi estatura, pelo hasta un poco mas abajo de la mitad de la espalda, negro, no tan morena, ni tan blanca, llevaba una polera negra sin mangas y unos pantalones celestes, en su muñeca derecha traía una pulsera de cuero negro, con astas de acero que sobresalían.
~Disculpa -dijo ella secamente-
Se notaba que no acostumbraba a decir esa palabra, al igual que yo.
~No hay problema -le contesté sin tomarle mucha importancia al asunto- hoy al parecer ando de buenas así que... da igual y te veías algo apurada.
~Si, tuve un incidente con unos amigos... bueno eso no importa, oye puedo hacerte una pregunta -dijo mirando mi muñeca izquierda ya que traía la bandana puesta-
~Ya la hiciste -le dije y ella me quedó mirando- era broma, hazla -dije soltando una risa mientras ella se acercaba para que nadie escuchara, ya que parecía importante que no lo hicieran-
~Eres una Diller? -preguntó la chica con tono mas bajo y observando alrededor-
En el grupo nuestro o pandilla, que abarca también Corea, mi antigua ciudad, y otros lugares donde se encuentran miembros, se les llama Diller a las mujeres ya que viene de Pandilleras, solo nosotros lo usamos, las otras pandillas externas y que no tienen nada que ver con nosotros, también tienen los suyos.
~No lo sé, dímelo tu -le respondí con una sonrisa forzada de lado haciéndome un poco hacia atrás para mirarla directo a los ojos.
Me giré dejándola con la palabra en la boca y comencé a caminar para abrí la puerta y salir del lugar, seguí caminando con mi mochila en la espalda y pensando en algún lugar a donde ir.