M'aimer pour qui je suis "AMAME CÓMO SOY"

Jamas te engañaria

Alonzo

Hoy por la tarde llevaré a Mariana a una pequeña reunión en un restaurante con Dalia y mi madre, al parecer se iban a poner de acuerdo con la temática de la fiesta para la recaudación de la fundación de mi familia. Adoro ver cómo se lleva bien con mi familia, no cabe duda que es la indicada, aunque una parte de mi también tiene miedo, a dar todo y sentirme traicionado o que en algún momento el amor se valla, pero realmente no podría vivir sin ella, lo es todo, es mi mayor capricho y mi mayor tesoro, no podría estar ni un solo día sin mi Mariana.

Mientras la dejo fuera del restauran quede con unos amigos en un pequeño bar que se encuentra a unas cuantas calles, así que Mariana me dijo que fuera y me distrajera que no había problema, que no la esperara que ella pediría un taxi y se iría a la casa, cosa de la cual no estuve de acuerdo, pero mi hermana Dalia me prometió llevarla junto con mi madre a mi casa, ya que les quedaba de paso y Óscar el chofer las llevaría, cosa de la cual no estuve muy conforme pero me dejaba más tranquilo.

— amor, no olvides avisarme cuando estés de regreso en la casa, estaré más tranquilo sabiendo que estás bien ok.

— si mamá, yo te aviso cuando llegue a la casa.

— hey, no soy un mandón, solo me preocupo por ti, porque eres mi mayor tesoro en esta vida y no quiero que nada te pase, ahora que si no estás de acuerdo entonces vengo por ti.

— jajajaja amor, tranquilo, yo te avisaré, además ve a divertirte un poco, siempre estás en la casa o en la oficina, también es sano que tengas tus momentos, así que anda ve que yo voy a estar bien con tu hermana y tú madre, anda, dame un beso para que pueda bajar del carro.

— está bien, tus deseos son ordenes princesa.

Dejó a Mariana fuera del restaurante y me cercioro que haya entrado al restaurante, así que me dirijo al bar donde mis amigos me están esperando, tiene mucho tiempo que no nos reunimos, bueno realmente desde que George y yo nos distanciamos.
Puedo ver a muchos de mis amigos al llegar quienes me gritan apenas y me ven, claro que también se encuentran viejos amigos que en años no veía y qué decir de George, quien al verme se acerca a mí y me da la mano.

— hey colega, solo quería pedir disculpas y espero que no haya malos entendidos, así que, que dices? Nos olvidamos de lo sucedido ?

— claro, acepto tus disculpas y también discúlpame a mi, reaccione de manera salvaje e inmadura, ven acá colega, no ha pasado nada aquí.

Tenemos un buen rato platicando en una mesa y bebiendo un poco, realmente hemos contado todas las aventuras que hemos tenido desde niños, ya que hemos sido inseparables, una copa lleva a otra y creo que el alcohol está apoderándose de mí en estos momentos, no sé en qué momento pero mientras estamos tomando y cantando veo entrar a mi hermana Hanna junto con unas cuantas amigas, a lo cual saludo alegremente.

— hey pero miren a quien tenemos aquí, nada más ni nada menos que a la Reyna de las pasarelas, la despampanante Hanna y sus bellas amigas, adelante siéntense con nosotros.

— valla hermano, como en los viejos tiempos, tú sí que no cambias.

— ho no claro que si, yo soy distinto todo gracias a mi Mariana, ella me llego al corazón.

— a sí ?

Escucho una voz provenir detrás de mi hermana, esa voz la conozco pero aunque el alcohol se empieza a apoderar de mi veo que es Leticia, quien luce despampanante con ese vestido muy pegado al cuerpo y muy corto.

— claro, estaba a punto de preguntar por ti!!! Sabes ya se me hacía raro que no aparecieras, si eres como el alma gemela de mi encantadora hermana.