Uno.

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Siempre he querido saber como se siente la libertad, una libertad en la que pueda descubrir, saber, e incluso cosas tan simples como reir, jugar, amar. Mi nombre es Harriet Brightman, soy esa chica que siempre veraz con un libro en la mano y unos audífonos tratando de escapar de la realidad. ¿Mi realidad? Esa es la peor. Vivo en Forks, un pequeño pueblo donde nada es secreto y todo es pecado. Mi madre es soltera asi que vivo con ella y con mi abuela, ellas dos juntas aveces resultan tan insoportables y tan odiosas, aunque supongo que la odiosa aqui soy yo como para ser aborrecida por su propia familia. Me siento mal la mayoría del tiempo y vacía es mi segundo nombre, creo que soy bipolar y demasiado inmadura, abominable e incontrolable. La mayoría de las personas son felices o demuestran serlo, sus vidas parecen tranquilas y normales, obvio tengo en cuenta que eso no es así pero juro que a comparación de la mía es una total paz lo que experimentan. Dia a dia batallo conmigo misma, con mi carácter, con el de mi madre y cada una de sus injusticias. Batallo con ser yo, con mis errores y consecuencias que me han traído mis malas desiciones, con la culpa de demasiadas cosas y principalmente con la vida, esa que se empeña en quitarme todo y hacerse la imposible, esa misma que odio todos los días desde que abro mis ojos y reniego de volver a hacerlo. Aveces solo quisiera que me suprimiera y siempre estoy diciéndole "vida porque es esta la que me tocaste"
No se bien que deba hacer con ella, creo que estoy siendo lo suficientemente valiente y fuerte con ella, es muy desgastante todo lo que ocurre en mi, en mi mente y para que no sea dificil de explicar ni de entender lo resumiré en solo dos palabras: Me odio.
Asi es, como cualquier adolescente dice alguna vez en su vida, pero aseguro que este odio no es igual al de los demás, es un odio mas fuerte que cualquiera, un odio que realmente duele y se lamenta. Es un odio que sobrepasa los límites de todo, dl mismo que no me deja sonreír con sinceridad, ese odio que no me deja vivir y me ha obligado solamente a sobrevivir.

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