RANDOM, ME

Rostro

Observa aquel rostro en el espejo, obsérvalo bien, yo no suelo hacerlo pero hay días en los que despierto y me quedo observándolo, ¿veo aquel reflejo que quiero ver? o solo aquello que los demás quieren que vea, la verdad veo aquello que quisiera ser.

Tal vez no me explique así que comenzare de nuevo; hace poco, realmente un día atrás me desperté y mire mi rostro, observe mis ojos, esos ojos cafés tan comunes, pestañas cortas, grandes ojeras, aquellos dos lunares en mi frente que detesto, ese color moreno pero con unas tonalidades amarillas de mi piel, pómulos amplios, nariz pequeña, cejas medio pobladas y sin mucha forma, labios gruesos y esa silueta ovalada, mi rostro.

Cerré mis ojos y luego los cubrí con mis manos, mis ojos no dudaron en cristalizarse, si pudiera cambiar cosas de el lo haría, deje mi arrebato por un momento y lave mi cara, coloque crema, corrector, maquillaje, enchine mis pestañas y las pinte, puse colorante en mis labios y solté mi cabello; aquel día no podía dejar de observar a aquellas chicas que parecen tener un rostro esculpido a mano, un rostro delicado, natural, la gente pasaba y como todos había alguno que me observara, no entendía las razones por las que  ellos me miraban y yo solo bajaba mis rostro, lo escondía. Dos comentarios aquel día me hicieron pensar mucho sobre lo que llamamos un rostro perfecto.

Dos perspectivas distintas, la primera me dijo "Bonita te vez realmente hoy" tal vez la intensión no fue mala pero no me hizo sentir bien, la segunda persona me observaba mientras esperaba el momento para entrenar en la alberca, podía sentir su mirada sobre mi pero yo lo ignoraba, intentaba sumergirme en mis pensamientos  cuando hablo, "¿Por qué eres tan feliz?" pregunto, mi respuesta fue sencilla, "Tal vez porque me siento bien nadando", el chico me seguía observando y prosiguió, "Es que tú rostro", en seguida me tense, cada vez que mencionan la palabra rostro o cara sabía que se acercaría alguna crítica sobre el, nerviosa fije mi mirada sobre cualquier punto menos en él, "Tu rostro expresa felicidad, me la contagia, me hace sentir bien, me siento tranquilo", vayas palabras, fue ahí donde entendí todo, el primer comentario fue vacío, fue por compromiso, fue como cuando quitas aquel maquillaje que te esconde, cuando lo tienes puesto eres alguien diferente pero al quitarlo, tu inconformidad vuelve, no digo que maquillarse este mal, por supuesto que no, nunca es malo nada; malo es cunado dependes tanto de esa cosa.

En cambio el segundo comentario me hizo sentir bien, en ese momento era yo, en mis pensamientos, con mi rostro limpio, simplemente yo, entonces entendí que un rostro perfecto no existe, cada rostro es único y bello a su modo, unos redondos, otros alargados, unos morenos y otros de un tono más oscuro, pero es tuyo, la gente nos hace crear en nuestra cabeza una imagen banal y vacía, nos hace pensar en un rostro con ciertas imperfecciones, nos han enseñado ha admiran un rostro comercial que no es mostrado como tal, nos han enseñado a respetar aquellos rostros que sufren algún síndrome y lo hace lucir diferente a la mayoría pero ¿Quién te ha enseñado a amar tu rostro?, así como es, con todas esas imperfecciones que te hacen perfecta para alguien más, tal vez no para quien quisieras pero cuando abras bien tus ojos y entiendas que esa persona ama tu rostro y no tu cara, entenderás que los defectos no existen.

Porque la cara solo son facetas, son momentos en los que cambia de color en los parpados, en los ojos, en las cejas pero el rostro es algo más profundo, eres tú, tal cual, tan limpio, tan sensible y frágil. Yo quiero mirar mi reflejo y verme solo a mi, lo que quiero ser, quiero sentirme bien con el, que alguien más lo ame, pero más que nada que yo lo amé, que sonría al ver aquellos lunares o esa forma ovalada, quiero despertarme cada mañana y sonreír en lugar de llorar y pensar cambiarlo. 

¿Me entiendes?

Ahora siéntate un momento y observa tu rostro, no tu cara, y conócete, conoce quien eres y quierete primero a ti misma