Me pregunté si acaso el Español ya había despertado. Era lo más probable, porque le encantaba levantarse temprano. ¿Que habrá pensado al ver que yo ya no estaba ahí? ¿Habría leído mi carta? y lo mas importante y a la vez lo que más me preocupaba: ¿viajaría a Córdoba de todas formas?
Recordé una vez más mi sueño y un escalofrío recorrió mi columna. Su turbiedad era muy turbia, pero no me lo imaginaba yendo a la casa de Ibizo a hacerle algo... porque seguramente cacharon que Ibizo me había ayudado. Suspiro y me puse a ver las fotos de mi gato que tenia guardadas en la billetera. Podía pasar horas y horas mirándolas y siempre me relajaba y me ponían de buen humor. Teodoro era mejor que un masajista y un psicólogo juntos.
Tras un tiempo indeterminado que pudo ser incluso horas, caché que a mi lado el Zorrón roncaba. Sobre la bandeja de su asiento aún tenía como la mitad de pan así que careraja se lo saqué y me lo comí.
-Guaton marsupial, yo lo necesito más que tú -mascullé con la boca llena. Después me hice la loca, me palpé la guata ( que se movió como jalea bajo mi ropa) y me fui mirando por la ventanilla.
El viaje fue tranquilo y sin contratiempos. Tuve unas cuantas conversaciones con el Zorrón y al llegar al aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, nos despedimos con un abrazo.
-Me voy a santiago
- y to a Córdoba... Un par de horas de escala, que paja.
-Oye sorry por tratarte de bigotuda y fea - se disculpo.
Me reí. Parecía como si ese carrete donde nos puteamos y tiré sus chalas por la ventana hacia la calle hubiese ocurrido un chilion de años atrás.
-Perdón por decirte marmota culiá gorda y hediondo a hocico.
El Zorrón se palpo la guata con alegría.
-Gracias a eso me puse a dieta y baje cinco kilos. Te debo un favor.
Nos dimos otro abrazo y me tire al piso a hacer la hora.
El viaje de Ezeiza a Pajas Blancas fue horrible.Tormenta eléctrica en el cielo cordobés con turbulencias que hacían que mi vida pasará ante mis ojos. Rezaba el rosario a la velocidá de la luz y un viejo cerca de mi me miraba con cara de cuco pero sonreía. Al parecer mi rosario rezado al peo sirvió porque aterrizamos sanos y salvos.
Cuando el avión tocó suelo cordobés los pasajeros aplaudieron. Jamás había visto eso de los pasajeros aplaudiendo. Me sentí como cusndo en el cine termina una película y la gente aplaude y me ds rabia, porque los actores no están ahí mirando y encuentro que es la weá más ridícula de la vida.
Nos bajaron del avión en ina escalera que ya se desarman a y nos metieron a un bus qie se lleno altiro. De ahí nos trasladaron al aeropuerto y me sorprendí de lo chico que era. No había nada. El dutty free tenía como dos colonias todas cagonas, pero los de policía internacional estaban mijitos ricos así que eso me subió el ánimo.
《si los pacos de aca son tan guachones no quiero ni imaginar el resto de la población》 pensé.
Me subí a un tenis y el chófer me empezo a contar que para el terremoto del 2010 le tocó llevar a unos chilenos desde Córdoba a Santiago. Yo tenía mi mente en que no me llevará pa otro lado y me asaltara, así ue iba con los ojos fijos en las calles cordobesas. Estaba espíritu acá por el Español. La gente así de transfuga tiene contactos asesinos en todos lados.
Resultó que finalmente el chófer no era ningún asesino y me dejo en la puerta del hostel. Llegue como las doce de la noche, toque el timbre y entré.
- Hola, qué tal?- un tipo rubio guachon me recibió- me llamo Lucas.
Se puso a revisar en un cuaderno y encontró mi reserva.
- Tu debes ser pepa, no?
-Si, Pepa ¿tu eres el dueño? contigo me comunique por mail.
Yo había hecho mi reserva cusndo aún me encontraba en España.
-Justamente- sonrió.
Tenia un acento argentino medio raro. andaba con polera celeste y bermudas blancos, lo que le hacía parecer angelito y su pelo liso y rubio caía por los costados hasta las orejas.
Al ver a Lucas tan ligero de ropas fui consciente de que tenía mk abrigo puesto y estaba toda sopeá. El calor era cuatico y eso que era de noche.
- treinta grados incluso por la madrugada acá en Córdoba, eh- dijo lucas mirándome de reojo.
Me saque el abrigo y lo puse sobre la maleta. Miré el hall y vi que había mucha gente tirada en los sillones viendo como dos tipos jugaban PES. Distinguí unas cuantas cabezas rucias y unos ojos chinos. Los salude y me respondieron con amabilidad.
De pronto me rugío la tripa como un león feroz
- Oye tengo hambte- le dije a Lucas- hay algo donde comprar a esta hora ?
-Si claro. Te vas por la avenida hasta la esquina ahí hay una pizzeria. Esta abierta toda la noche .
Deje mi maleta en el hall y sali. Llegue a la pizzeria hice la mansa fila y pedí una pizza familiar. Entonces saque mi billetera para pagar y cache que mo había pasado a ninguna casa de cambios.
- eh.. acepta euros?
Nunca un argentino me había mirado con tanta cara de culo.
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Pepi La fea 2
Teen FictionCuando pepi llegó a estudiar a España nunca imagino todo lo que le iba a pasar: descubriría que su mejor amiga la había engañado con el Español, su gran amor cibernético; conocería a tantos buenos amigos y sobre todo a Ibizo, el más incondicional; y...