Nuestro París (Adrienette & Ladynoir) =TERMINADA=

VIII

Anteriormente

-nathanaël, ¿cuáles son las preguntas?-

-¿estás interesado en alguna chica de la escuela?-

-oye marinette, ¿y chat no te llama la atención?-

-lo revaluare-

-no sé que queso escoger plagg-

Continuamos!

Con Adrien

-con que no sabes que queso escoger ¿no?- preguntó el gatito, dejando completamente de lado al queso

-no, me gusta mucho ladybug, pero marinette...- suspiró pensando en la azabache

-huy, definitivamente eres muy indeciso- criticó el gatito

-lo sé, pero espero que la decisión que escoja sea la indicada- dijo esperanzado

Con marinette

-tikki ¿es mi idea o no han habido muchos villanos este último tiempo?- preguntó extrañada

-ahora que lo dices si, últimamente no hay Mucha actividad- dijo la catarina volando sin rumbo

Las dos se quedaron en blanco, ¿sin villanos? Era demasiado raro para la azabache y su kwami

-tikki, transfórmame. Tenemos que ir a hacer ronda-

Con Adrien

-oye plagg, ¿damos un paseo?-

-por mi bien- dijo el gatito indiferente

El rubio levanto su mano -plagg transfórmame-

Luego

La chica catarina estaba haciendo ronda esa fría tarde, no habían mayores rastros de personas o de vida en las calles. A su espalda, sentía que alguien se acercaba lenta pero decididamente.

La chica espero hasta último momento, y a escasos metros, volteo. En su lugar, una flor color rojo sangre.

-lamento eso ladybug- se disculpó una silueta rosa

-Pixie girl, ya sé que era tu- dijo ladybug tomando la flor -lindo gesto eso sí-

La chica catarina pego un salto hasta donde estaba la chica, posada sobre uno de los techos.

-te tengo una mala noticia ladybug- la chica cambio su sonriente rostro a uno frío y desgarrador

-¿qué ocurre?-

-tengo que volver a Nueva York, he tenido algunos problemas aquí en París que me obligan a volver, en serio lo lamento- la ojiverde no le dedico la mirada, miraba perdidamente el paraje, atardeciendo

-no te preocupes Pixie, chat y yo nos las arreglaremos. Gracias por todo igual- la consoló

Unos edificios más arriba, el gato negro escuchaba atentamente todo, su ojo derecho se humedeció, pero no fue lo suficiente para que cayera una lágrima de este.

-¿se va?- se dijo extrañado -bueno, no hay porque impedirlo- desplegó su bastón y volvió a la mansión

La chica catarina sintió que alguien las había estado observando y escuchando, se despidió por última vez de la ojiverde y desapareció en un salto. A lo lejos veía una silueta negra que se dirigía velozmente a la casa de su amado.

-¡Adrien está en peligro!- instintivamente, lanzó su yoyó y comenzó a perseguir a la silueta

El gato miro por el rabillo, una silueta roja la seguía, por lo que apresuró el paso. Entró por una de las ventanas del baño y volvió al chico rubio y tímido que era en realidad, cerró la ventana para que no hubieran inconvenientes.