CAPITULO I - ¿Cómo es que nos volvimos distantemente unidos?

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POV Jeremy

Silverschwert es el reino donde vivo desde que tengo memoria.
El príncipe André y yo crecimos juntos como si fuéramos hermanos, no somos parientes ni nada por el estilo ya que según lo que me dijeron, cuando todavía era un bebé, el rey me encontró dentro de una carroza abandonada en medio del bosque. Por esa razón no sé de dónde vengo y la verdad ahora mismo no me interesa.
El rey me crió como un hijo y me siento muy agradecido con él por darme la oportunidad de vivir sirviéndole de esta manera, quién sabe, si él no me hubiera encontrado quizá ahora mismo yo estaría muerto.
Desde un principio se decidió que me darían algunas tareas domésticas que realizar en el castillo ya que a pesar de llevar una buena relación con el rey, no llevo su misma sangre así que solo me dedicaré a servirle como me corresponde y personalmente también pienso que no merezco un puesto cercano al suyo.
No recuerdo exactamente la primera vez que vi al príncipe, solo sé que nuestra relación era más que amical. Toda nuestra vida juntos estaba llena de felicidad y tranquilidad, tanto como un par de niños podrían vivirla. Pero de un día para otro llego una persona que apartó al príncipe de mi lado. No tenía derecho de preguntar a donde lo llevaban y por qué razón así que solo pude quedarme callado mientras observaba como se alejaba de mi.
Durante los primeros días me sentía más solo que nunca ya que éramos inseparables y con su partida sentía como en mi corazón se creaba un pequeño hoyo, pero por fortuna la servidumbre del castillo era realmente amable conmigo así que con el tiempo logre hacer otros amigos.
Pasaron un par de años y el príncipe aún no regresaba pero gracias a los cuidados del rey mis tareas en el castillo no eran tan pesadas y mientras las cumplía al mismo tiempo podía divertirme.
Un día me encontraba llevando un poco de heno para los caballos pero un bullicio en uno de los jardines posteriores del castillo llamó mi atención. Algunos caballeros se encontraban luchando enérgicamente entre ellos, al parecer estaban entrenando, me quedé observándolos detrás de una de las columnas. La forma en como sostenían y manejaban la espada era realmente sorprendente, ese ejercicio representaba la unión de la fuerza y la inteligencia, la unión de músculos y cerebro, era como una danza precisa pero abrupta y por ende me quedaba embobado por cada movimiento que hacían.
Seguí observándolos hasta que de un momento a otro mi mirada se cruzó directamente con los ojos de uno de ellos, sin esperar más esa persona me llamó para que así pudiera acercarme a donde se encontraban.
Se me puso la piel de gallina ya que no sé que es lo que pasará.
Todos me rodearon y me empezaron a hacer preguntas, respondí sinceramente ya que no tengo nada que ocultar como cuantos años tenía, desde cuando trabajó en el castillo y cosas así.
Pasando un par de minutos el caballero me hizo sostener su espada, él era muy amable y cuando toque el mango de esta realmente me sentía superior sosteniéndola así pero sin ningún aviso otro de los sujetos me atacó fuertemente, reaccioné rápidamente bloqueando su ataque con la espada, aplique un movimiento para usar su fuerza en contra suya y así conseguí que soltara su arma, sinceramente no sé cómo lo hice, me quedé petrificado ya que esa era la primera vez que tomaba una espada y al parecer no soy el único... Los que me rodeaban estaban completamente sorprendidos, y todos ellos sin dudarlo me llevaron a una reunión con el rey para mostrarles mi "talento" ya que nunca antes se había visto que un joven de mi estatura, contextura, edad y nivel  pueda manejar una espada con tal facilidad y destreza, no pude negarme, todo pasó tan rápido que cuando me di cuenta me encontraba frente al rey.
Cerberus es como se llama la persona a la que le debo la vida, después del incidente con las espadas, me convertí en su mano derecha y conseguí ser nombrado como el mejor caballero del reino y claro que no fue fácil llegar a ese puesto. Me costó decenas de batallas y sobretodo ver como muchos de mis amigos y compañeros morían cruelmente a manos de muchas criaturas, me sentía culpable por no llegar a protegerlos sacando provecho de mi "talento", pero con el tiempo me di cuenta que las cosas pasan por algo y cuando la muerte llega por alguien, no hay vuelta atrás.
Al pasar los años fui ganando mucho más respeto y como recompensa el rey Cerberus me condecoró con la legítima espada plateada y de ahí en más fui reconocido como "El Caballero de Plata", mi tarea es sobretodo proteger a mi rey y mi reino y sé que todos los otros caballeros me seguirán en las constantes batallas ya que alcancé un nivel alto de confianza, ninguno puede cuestionar las decisiones que tomo, ninguno puede humillarme, ninguno puede superarme en lo que yo hago... O al menos eso pensaba...

- entonces, te encargo el resto a ti Jeremy. Sé que tomaras las decisiones correctas - las reuniones con Cerberus son mi pan de cada día pero aún así no tenía ninguna queja, esta persona confiaba mucho en mi y yo no me perdonaría el decepcionarlo.

- de acuerdo, su majestad - me acerqué a su escritorio para tomar los pergaminos - entonces, con su permiso señor, ya me retiro.

- él... Regresará en una semana - no escuche muy bien lo que su majestad quiso decirme pero por alguna razón los latidos de mi corazón se aceleraron. ¿Será que mis oídos no lo oyeron a propósito? Entonces... ¿Lo oí con el corazón?

- ¿Señor? - no pienso quedarme con la duda, pero si es lo que imagino...

- Drey ya cumplió sus años tradicionales fuera de estas murallas, es tiempo de que regrese. Él estará aquí en una semana - entonces lo que suponía si era verdad, el príncipe André, mi amigo de la infancia... No, mi hermano de otra sangre iba a regresar junto a mí, por fin. Después de tantos años sin saber de él, lo veré otra vez.
Me pregunto cómo se verá, de seguro está más alto y espero que haya entrenado lo suficiente como para que tengamos una batalla amical decente. Estoy realmente emocionado.

- entiendo su majestad. Esperare por su regreso - hice una pequeña reverencia frente a mi rey y salí de su estudio rápidamente pero sin perder la compostura. ¿Estoy sonriendo? No es normal en mí ver este tipo de expresión, debo calmarme. Por mi nombre debo mostrarme serio ante cualquier situación y a decir verdad no soy de las personas que suelen sonreír por cualquier cosa, tomo todas las cosas con calma, analizándolas de pies a cabeza. Después de todo, ¿qué sería de este reino si su más grande caballero no toma importancia por su posición?

....

Esa fue la semana de espera más larga de mi vida.
Realmente no era un sueño, en unas cuantas horas el príncipe iba a pasar por las puertas principales del castillo anunciando su llegada, en serio espero poder reconocerlo y también espero que no haya cambiado mucho en lo que respecta a su actitud ya que él fue siempre alegre y energético. Realmente me divertía estando a su lado y me hacía sentir tranquilo.
Aún faltaban horas para su llegada y yo debía seguir con mis tareas. Cerberus por pedido de uno de los estudiosos propuso una expedición fuera de las murallas del castillo y como esa persona pertenecía a un nivel alto en el clero, era mi deber acompañarlo como escolta y encargarme de su seguridad mientras hacía algunas investigaciones, es algo difícil de explicar pero esta es la época más tranquila del año a decir verdad.
Las horas pasaron volando y el sonido de las trompetas anunciaba la llegada de André.
Como "El Caballero de Plata" tuve que ser el primero en darle la bienvenida al príncipe. Debo ser serio, nadie puede darse cuenta de mis sentimientos en ese momento, sobretodo por el hecho de que siento que mi corazón va a explotar de la emoción en cualquier momento.
Entonces lo vi bajando de la carroza real, llevaba puesto el típico traje elegante de la realeza, es mucho más alto de cómo me lo imaginaba, sus cabellos continúan teniendo ese alegre tono castaño y como de costumbre no los tiene muy cortos, entonces fue ahí cuando nuestras miradas se cruzaron, esos claros orbes cafés me divisaban de pies a cabeza, estaba nervioso pero no podía perder mi compostura y menos frente a un perteneciente de la realeza.
Lo recibí con una reverencia - bienvenido sea, su alteza real. Es un placer tenerlo de vuelta - subí la mirada y él me estaba observando fijamente. En mi mente solo tenía la orden de no actuar raro ni perder la compostura.

- ya llegue a casa - me sonrió de una manera un poco extraña, ¿él aún se acordará de mí y de todo lo que pasamos juntos? Claro que sí, disfrutamos juntos casi toda nuestra infancia - usted, ¿es el legendario "Caballero de Plata", verdad?

- eh... - ¿por qué hace esa pregunta? Él debe reconocerme, debería decirme algo como "pasó mucho tiempo" o algo así - si, ese soy yo, su alteza - mantén la compostura, solo por un pequeño comentario no debo reaccionar ridículamente.

- bueno, aunque haya estado lejos, siempre escuchaba muchas cosas sobre usted. De verdad tenía muchas ganas de conocerlo - al terminar de decirme eso continuó su camino hacia el castillo. Yo, solo me quede ahí, un poco estupefacto por lo que acababa de ocurrir. ¿Será que el príncipe se olvido de mi?.
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Aquí les traigo el primer capítulo de este Fanfic :) esta vez le tocó a Jeremy -w-
Espero que se haya entendido y que les haya gustado ;)
Quedó algo corto pero los próximos capítulos haré que sean más largos jejeje
Y bueno si no queda claro, Jeremy es el caballero y André (llamado cariñosamente Drey por Jeremy y el rey) es el príncipe :)

.: Ahnnye :.

Enamorado del Caballero de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora