CAPITULO II - El fruto de nuestra pasión y promesas

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POV Jeremy

Pasaron 48 horas desde que el príncipe regresó. No tuve otra oportunidad más para encontrarme con él durante todo este tiempo, estoy deseoso de tener una larga charla y preguntarle directamente si me recuerda o no.
¿Es posible que durante esos años  tradicionales fuera de las murallas le haya ocurrido algún accidente, o se haya encontrado con algún hechicero que le haya borrado la memoria? Este sentimiento me está consumiendo, me siento extremadamente inseguro.
De verdad esperaba que nuestra antigua vida de niños regrese siquiera por unos minutos.

- ¡señor! - sentía el pavimento del corredor retumbar con cada paso de velocidad que daba la persona que me estaba llamando - ¡le tengo que informar algo! - ah, ya sé de quién se trata.

- Daniel, ¿no te dije que mantuvieras una postura adecuada?, ¿crees que correr y gritar de esa manera es propio de un caballero de tu nivel? - se trataba de este sujeto, se podría decir que yo le enseñé todo lo que demuestra en batalla. Es un joven novato pero tiene talento en el manejo de la espada, a decir verdad, nunca me decepcionó pero por alguna razón la fiel manera en cómo se dirige a mi, me parece exagerada, solo prefiero que me trate normalmente.

- mil disculpas, señor - agachó la cabeza sin antes mostrarme ese gesto único de arrepentimiento, es imposible que pueda llegar a enfadarme con él.

- bueno, solo no vuelvas a repetirlo - debía mantenerme serio, no puedo debilitar mi seguridad frente a mis subordinados y en general esta es mi verdadera actitud, todos a mi al rededor me recomiendan de sonreír más y de comportarme concorde a mi edad pero sinceramente no tengo razones para hacerlo - y, ¿qué querías informarme? - espero que el segundo al mando no me esté buscando para poner en orden los conflictos que crea, estoy harto de ese sujeto.

- ah cierto, su majestad desea verlo en el comedor principal. Quiere cenar en compañía suya  y del príncipe - ¿es eso verdad?, ¿mi rey está por darme la oportunidad que por tantas horas esperé? Bueno, al fin y al cabo él sabe la clase de relación que tengo con su hijo, ¡debo ir inmediatamente! - señor, usted... ¿Está...sonriendo? - reaccione rápidamente al comentario de Daniel.
¿Cómo es posible que me haya dejado llevar? No puedo perdonarme tener este tipo de comportamiento, es indignante.

- de acuerdo, iré enseguida - hice caso omiso a ese comentario y me dirigí al comedor, la ansiedad está a punto de explotar en el interior de mi cabeza, pero no pienso  perder la cordura.

...

Llegando a la puerta solté un suspiro, no me explico si estoy emocionado o asustado por lo que pasará en esa habitación. Solo debo mantenerme firme, después de todo soy un caballero.
Arreglé mi armadura, me acomode el cabello y toque la puerta lentamente. Solo cuando escuche el llamado de Cerberus decidí entrar.

- su majestad - hice mi habitual reverencia frente a él manteniendo la compostura - recibí noticias de que estaba buscándome.

- así es, toma asiento Jeremy, hice que prepararan un buffet especial para celebrar el regreso de mi hijo - y al otro lado de la mesa estaba el príncipe sentado cómodamente, después de tantas horas por fin pude verlo. Mi corazón late muy rápido, me pregunto si será normal esta sensación. ¿Lo habré extrañado tanto?.

- bienvenido, legendario Caballero de Plata - otra vez me mostró esa sonrisa extraña, ¿dijo eso como ironía? No lo creo, André no es de esas personas hasta donde yo sé. Pero no debo olvidar mis modales así que le dirigiré otra reverencia.

- su alteza, es un honor para mí compartir la mesa con usted - me dirigí a mi asiento.

- no me mal entienda, pero "el legendario caballero de plata", ¿no cree que es un nombre muy largo de mencionar cada vez que nos dirijamos la palabra? - ¿el príncipe esta hablando conmigo? Pero bueno, no es que yo me haya auto nombrado de ese modo, sinceramente no se como responderle, mientras pensaba en eso inicie a disfrutar el banquete - con eso te estoy preguntando, ¿cuál es tu nombre? - esa pregunta inesperada causó que involuntariamente suelte el cubierto que tenía en las manos, ¿André, de verdad es un juego? Tú debes recordarme, debes hacerlo.

Enamorado del Caballero de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora