Capitulo 4

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-Si, lo siento estaba con una...compañera de trabajo y se me paso el tiempo, en serio lo siento -le dijo mientras posaba su mano en el puente de su nariz, se le había escapado la palabra "compañera" lo cual instintivamente encendió una alarma en Grace, un sentimiento que muy pocas veces había aparecido, ella entendía que a pesar de estar casados el podía tener amigas, sí, pero en ese momento la cegaba la ira y los celos.
Él la dejo platanda por...quien quiera que sea ella.

- Espera...¿Qué? -lo miró absorta, en su interior rogaba por que se haya equivocado de palabras y le estaba dando una oportunidad de corregir lo dicho.

-...¿Qué? -le respondio con una pregunta y la misma expresión que ella había utilizado, estaba confundido, no sabia exactamente a que era lo que se quería referir ella; Pero después de unos minutos de analizar detenidamente lo que dijo, lo entendio -oh...ni siquiera hablo seguido con ella y estaba estresado y...-no lo dejo terminar, ella simplemente se giro dando por terminada la conversación, no era el momento adecuado para discutir, solo se fue para evitar problemas, preocupación, enojo y celos no son una muy buena combinación

-Espera...-la siguió, se detuvo en frente de ella obligándola a parar su caminar -te prometo ir en la próxima consulta si? No lo olvidare.

Ella lo miro seria, no lo negó, estaba almorzando con otra tipa cuando ella estaba viendo a su bebe, se sentía abatida, decepcionada, con tanto esfuerzo que les costo llegar a esto no podría desaprovechar ninguna oportunidad, se suponía esta vez lo harían bien.

-No prometas cosas que no vas a cumplir -por el momento no lo iba a perdonar, no se puede perdonar así de rápido el hecho de que ella estuvo toda la tarde imaginando lo peor. Esto era importante para ella.
Paso por su lado y se fue directo a su habitación para reacomodar todas las cosas rutinariamente antes de dormir, el siempre se preguntó de donde había sacado tal costumbre pero el pasar de los años lo tomo como cosa normal y lo ignoro, no le vio nada de malo ser ordenada.
El suspiro y comprendió que por el momento debía dejarla sola, sino todo empeoraría, tenia que dejar que se calmara para después hablar con claridad. Después de un rato de acomodarse para ir a dormir, la vio ahí acostada, había pasado tantas cosas con ella y no lo iba a dejar perder, cuando la conoció sabia que no iba a ser algo pasajero y no se equivoco; Se lo prometió y no iba a fallar, las promesas no se rompen.

[•••]

Al pasar una semana de lo sucedido con dicha mujer, todo se había solucionado, ella lo perdonó a tanta insistencia de el, le había contado lo que había dicho el doctor sobre el bebe y todo estaba yendo perfecto.
Ese sentimiento de emoción lo abarcaba totalmente, su expresión lo denotaba al escuchar todo lo que dijo Grace y ver las fotos de su futuro bebe; lamentaba mucho no haber hecho presencia en ese momento, pero algo le impedía ser fatalista en tal momento.
Martes 11:40 am
Grace se habia decidido en ir a visitar a su esposo en su lugar laboral, habia estado pensando que con un poco de suerte podrían ir a almorzar juntos, terminados todos los quehaceres de la casa temprano, no pensó en otra cosa que darle una pequeña "sorpresa" como cuando fueron recién casados ella iba a visitarlo semanalmente y el, no podía discutir eso, le encantaba la idea de verla y estar con ella. Pero esos momentos, con el tiempo se fueron desvaneciendo las visitas continuas de Grace fueron reemplazadas por entrevistas de trabajo -que lamentablemente fueron rechazadas gracias a su falta de experiencia- y las actividades habituales de la casa.
Sin embargo el lo entendía y no podía obligarla a visitarle, y así con el pasar de los días el fue acostumbrándose a su ausencia.

Llegando a la oficinas de una empresa de telecomunicaciones destacada en la ciudad, un edificio imponente se ubicaba frente a ella que destilaba fortuna y elegancia. Ella entró sin ningún reparo saludando amablemente a las personas de seguridad y recepcion, ya que la mayoría de las personas que trabajaban ahí, la conocían. Una que otra persona la miraban extrañados, no estaban familiarizados con su sola presencia. Le aviso a la secretaria de su esposo que entraría pero siguió caminando sin darle oportunidad de una respuesta por parte de la secretaria, Beatrice era una señora mayor que Grace consideraba una persona muy agradable muchas de esas veces que iba se quedaba por ratos a conversar con ella y realmente le tomaba mucha aprecio.
Pero todos esos pensamientos positivos se esfumaron al abrir la puerta y encontrarse la oficina vacia a excepción de una mujer esbelta, rubia y nariz perfilada que se encontraba sentanda en una de las sillas que se ubicaba delante del escritorio. La mujer la miro con aires de sorpresa, no se imaginaba que ella iba a aparecerse en uno de esos días, mientras que Grace fruncía el ceño al  hacer contacto visual con la susodicha.

- Disculpa, busco a mi esposo Theodore...no se si...

-El fue a buscar unos papeles que tenia que fotocopiar, pero en un rato volverá -le dijo con una sonrisa agradable plasmada en su rostro.

-Claro...volvere otro día...-iba a partir marcha directo a su casa pero una curiosidad inhumana la invadió y no pudo evitar regresar se para cuestionar la duda que no cabía en su cabeza- perdón la curiosidad pero ¿Quien eres? No te había visto antes por aquí, debes ser nueva.

-Y no te equivocas, llevo aquí 4 meses pero me es imposible acostumbrarme a tanto ajetreo, soy Beth -y con eso su mundo dio un giro de 180°, no podía evitar que se formara una nudo en su garganta y le faltaran las ganas de hablar, los celos que había sentido una semana atrás volvieron incontrolablemente, es ella.
Pero sin embargo se obligo a actuar con normalidad y tomar una posición mas intimidante.

-Un gusto, Grace -dijo presentándose, le tendió la mano acompañada de una sonrisa socarrona -y como habrás escuchado, esposa de Theo.



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