II.

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La despertó el repentino sonido de una taza cayéndose en la cocina.
¿Un ladrón? No es posible, había cerrado muy bien la noche anterior.

Lo encontró ahí, en la cocina, el cabello negro revuelto, con los pantalones negros de vestir y con una Sport casi transparente.

"Hola" saludo, sin ninguna emoción en su voz.

"Hola" respondió con un tono frío, siempre era así.

"¿Es tu día libre?" preguntó, sentía como sí hablará con un desconocido.

"Si" tomó un plato de pasta y lo metió en el horno.

"Bien" se apresuró a su habitación. La idea de pedirle que salieran a dar un paseo no desistía de su cabeza. Se lavó los dientes y la cara.
Hace mucho que no lo veía sonreír. Estaba sentado en su sillón marrón.

"¿Saldrás hoy?" Pregunto posicionandose a su lado. El estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo con su teléfono. Ignorándola completamente.
Lo tomó del hombro haciendo que se sobresaltase, el la miro con los ojos abiertos.

"¿Por qué haces eso?" Pregunto en un tono enojado. Ella apretó los labios ¿le diría o no?

"Estaba pensando, como no nos vemos hace tiempo, y no hemos salido juntos, ir a dar un paseo" el chico la miraba con extrañeza.

"Ah, mira, hoy no puedo, voy a salir con unos amigos" tomó un bocado de pasta y se lo metió a la boca. La chica sólo asintió, cabizbaja.

"De acuerdo" dijo en un susurro y fue hacia su habitación.

Se sentó el la orilla de la cama matrimonial que compartían, que, desde hace un año sólo ella dormía.
Miro su dedo anular, el pequeño anillo plateado estaba perdiendo su brillo. El anillo que los dos portaban presumiendo su amor, el ya no lo portaba, le había preguntado sobre el, y el dijo que lo había perdido.

Siempre esa pregunta invade su cabeza ¿que fue lo que nos pasó? Ella le echaba la culpa al tiempo. Hubiera preferido no entrar a la universidad con tal de conservarlo a su lado. Ella sólo quería superarse para ser una mejor persona en el futuro, pero su intención no era perderlo a el. A su primer amor, a su mejor amigo.

Cuando salió de su habitación el ya se había ido, o bueno, eso era lo que ella pensaba, por que ya no lo encontraba en ninguna parte.

Fue hacia el baño a darse una ducha duradera, hoy era sábado y no tenía deberes.
Dejo que las frías gotas de agua cayeran sobre su cuerpo como sí fuera una roca en medio de una cascada. Así duró más de lo que ella quiso, deshaciéndose por un momento de sus tristes pensamientos.
Cuando término, secó su cabello y se colocó la toalla alrededor de su cuerpo.
Salió y el chico estaba mirándola.
Ella se sorprendió de verlo ahí, lo miro a los ojos, cosa que no hacía desde hace mucho tiempo.

"Con permiso" la dejo ahí parada y cerró la puerta.

Torn ↪ p.c.yDonde viven las historias. Descúbrelo ahora