Capítulo 4

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Cuando llegamos a la gran casa que estaba situada casi en el centro de un inmenso bosque y salpicado por nieve me impresionó saber que no era la única casa sino que también unas cuatro más estaban a su alrededor.

Entré en la casa sin temor ni asombro pues en algún tiempo este fue mi hogar, lo raro era que nadie se hubiera mudado a la casa, después de todo no estaba nada mal y era sumamente espaciosa, con grandes ventanales que dejaban una vista del aterrador y encantador bosque.

En el camino como era de esperarse mis padres no me explicaron nada y ahora estaba seguro que no lo iban a hacer pues estaban hablando muy entretenidamente con uno de los vecinos y por sus expreciones se notaba que era algo serio.

Cuando me aburri de mi recorrido por la gran casa que en realidad solo era para resfrescar mi memoria me decidi por aventurarme en el bosque, seguro que era más entretenido.

-Mamá, ¿Puedo ir a el bosque un rato?- dije desde la puerta pues mis padres aún se encontraban fuera hablando con el vecino.

-Hola, tu debes de ser la pequeña Holly, como has crecido- dijo el vecino interrumpiendo la respuesta de mi madre.

-Si soy yo, un gusto señor- dije acercándome pues si no lo hacía sería mala educación.

-Hija puedes ir pero solo un rato y vuelves, no te adentres mucho, no conoces los alrededores y puedes perderte.

-Pero...- mi madre iba a hablar pero fue interrumpoda por mi padre, de seguro ella no quería que fuera.

- No seas tan paranóica querida Holly solo quiere pasear un rato, no querrás que pase un mes encerrada en la casa- dijo mi padre razonable.

- Sabes que no es de paranoica... pero esta bien puedes ir pero te quiero aqui antes de que oscurezca- dijo mi madre aún no muy convencida.

-Adios señor...- dije sin saber como continuar pues no sabía su apellido.

-Bengly- dijo respondiendo a mi pregunta.


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