Desbloqueas el móvil, abres WhatsApp, te vas a la agenda de contactos y te das cuenta de que hay cientos de personas guardadas en tu lista y aquí es el momento en el que vienen todos los recuerdos, está la gente que no sabes ni porqué tienes su número, está la familia, están los colegas y también está... También está la persona que causa tus sonrisas y tus dudas, la persona que por muy rápido que bajes la agenda de contactos siempre te fijas en su nombre, lees su estado, abres su foto y recuerdas todos los momentos vividos, te preguntas qué tal le irá, te entran unas ganas de mandar un mensaje en plan "joder, te hecho de menos", pero no lo haces por ese miedo, por ese puto miedo a no recibir esas mismas palabras qué tu has dicho hace dos minutos, revienta que esté en línea, revienta que no ponga un mísero "escribiendo...", revienta echar de menos a alguien que no sabes ni si se estará acordando de ti
