Capítulo 1 (2/2) ~ Welcome to the Chalet Montenegro

93 10 1
                                    

~ PoV Brennan ~


Primero sentí unos besos en el topo de mi cabeza, después oí su voz en mi oído...


S-Bones, despierta, ¿tienes hambre?


B-¿Qué? ¿Dónde estamos?


S-Cerca de White Hall, ¿quieres que bajemos para comer?


B-Si


S-Pues venga, ¡vamos!-dijo Booth abriendo la puerta del coche


Fuera me esperaba Hodgins bajo un paraguas. Fui hasta él y me abracé a su brazo mientras esperábamos que Booth aparcara el coche. Cuando volvió, los tres salimos corriendo hacia la cafetería.


Nos sentamos en un sofá que había pegado a la ventana, Booth a un lado y Hodgins al otro. Me acerqué a Booth y lo abracé. Mis amigos nos miraban pero a mi no me importaba, tenía frío.


A-¿Estáis cómodos?-nos preguntó Ángela pícaramente


Pensaba que Booth se iba a separar al oírla, pero hizo todo lo contrario. Pasó una mano por mi cintura y me atrajo más hacia él. Ahora si que estaba a gusto, tanto que ni me molesté en responderle a Ángela.


Estuvimos así hasta que la camarera vino a tomarnos el pedido. Yo me pedí una ensalada; Booth se pidió una hamburguesa con patatas fritas, aunque yo se las acabé robando casi todas.


Cuando acabamos de comer, algunos optaron por pedir un postre. Yo no tenía mucha hambre y no pedí nada, pero me arrepentí al ver que Booth se había pedido un trozo de pastel de chocolate. Lo observé comer en silencio hasta que giró la cabeza:


S-¿Quieres un poco?-me preguntó Booth sonriendo


B-¿Qué? ¡Oh no! ¡No, no, no, no, no, no! Estoy bien


S-¿Estás segura?


B-Por supuesto


Booth volvió a centrar su atención en el pastel, pero sólo para cortar un trozo y llevármelo a la boca. No se lo pude negar. Y está claro que ese no fue el único trozo.


Cuando todos acabamos, volvimos al coche. Me quedé dormida en brazos de Booth nuevamente.


~ PoV Booth ~


Cuando entramos en aquel restaurante y vi que Bren no podía sacar los ojos de mi pastel, no lo dudé ni dos segundos y le llevé un trozo a la boca. Era hermosa, y no podía parar de admirarla. ¿Se notaría mucho? Supongo que si.


Se lo acabó comiendo todo ella, pero no me importaba.


Al salir del restaurante, volvimos la coche. Ella se sentó sobre mi nuevamente...no me molestaba en absoluto, sino que gozaba poder verla desde tan cerca. Su pelo era increíblemente suave y olía a cereza, una de mis frutas favoritas.


Bones giró su cabeza levemente, dejando su rostro al descubierto. Le aparté un par de mechones de pelo de la cara y volví a admirarla. Me centré en sus labios. No hacía falta probarlos para saber que eran suaves y dulces.


Tenía que admitirlo. Temperance Brennan era una de mis más dulces debilidades.

Holidays: Winter EditionOnde histórias criam vida. Descubra agora