CAPITULO 1

11 3 0
                                    


Escuchaba los melodiosos gritos de dolor y suplica de su nueva víctima una hermosa mujer de unos 34 años a la cual le estaba abriendo hermosas heridas en su piel provocando que brotaran hermosas gotas carmesí que adoraba observar, sobre todo, cuando comenzaba a escurrir por la herida que había hecho a su víctima, con el bisturí en su mano derecha haciendo un nuevo corte en esa blanquecina piel, mientras que con la otra apretaba la herida haciendo que fluyera mas ese liquido carmesí de la herida anteriormente hecha, mientras que la mujer gritaba de dolor ''que parase ,que se detuviera'' cosa que provocaba que mi locura se desbordara cada vez mas provocando que le hiciera cortes mas y mas grandes estaba tan entretenido viendo como se retorcía de dolor, mientras me reía de lo absurda que se veía, pues, no tenia escapatoria, dentro de unas horas moriría, pero primero se divertiría con ella un buen rato.

Apenas tenía unos cuantos cortes en sus brazos, piernas y abdomen, era hora de que empezara la diversión. Se alejo para observar mejor todo, las expresiones de dolor, sus lágrimas escurriéndose por su rostro, la sangre que brotaba de sus heridas y su cuerpo temblando. Era una gran imagen, cogió una cámara y le tomo varias fotos en algunos ángulos de su víctima.

Después, de eso, cogió un cuchillo de carnicero y de un movimiento veloz le corto el tobillo provocando un gran grito en su víctima que lloraba y gritaba que parase, siguió hasta que el tobillo cayó junto con un chorro de sangre que le salpico parte de la cara y ropas mientras sonreía perversamente

-no...de..déjeme..por..por... favor-lloraba sin parar la mujer

-JAJAJAJAJAJA ahora ya no hay vuelta atrás Victoria esta es tu lesión, con esto aprendiste que no puedes confiar en un desconocido, pero no pasa nada, dentro de poco, tu sufrimiento terminara JAJAJAJAJA-decía fríamente con una risa sádica.

-¿Por...por...qué?¿Por...que...Ro...ber...to?

-Shhh!!-la silencio con una mirada fulminante y frívola-Matar y cortar es mi ambición, nadie conocerá mi intención, tu solo te metiste en este jueguecito sin control, ahora intenta salir sin morir en el intento, ups! Perdón, morirás en un segundo sin saber la razón. -cantaba animadamente mientras la cortaba una y otra vez escuchando sus gritos-¿Dime cuanto duraras en este juego?-pregunto mientras miraba a la nada antes de dar el último corte.

Cuando termino de desmembrarla tiro las fotos en cima del cuerpo desmembrado que se encontraba en una mesa metálica mientras que la sangre pintaba las paredes, el techo y el suelo, miro el sótano donde se encontraba, habían de cuchillos a moto cierras, era un cuarto pequeño con tarros llenos de pinturas o químicos a herramientas de trabajo, se quito sus guantes de látex y los tiro en un tarro el cual prendió fuego, subió al piso de arriba y se metió en el baño donde se limpio la sangre que le había salpicado, se cambio de ropa y salió como si nada de esa casa de 3 pisos de color blanco, era una casa acogedora, con jardín trasero y delantero.

Siguió caminando hasta estar lejos de la casa y ni tanto ya que podía ver como empezaba a quemarse poco a poco, los vecinos salieron corriendo asustados al ver el incendio, después de unos minutos las sirenas de los bomberos se escucharon cada vez más cerca hasta llegar al lugar del incendio, el sonrió al ver como apagaban las llamas, un carro se acercaba a donde estaba el, así que paro el automóvil donde se encontró con una conductora de unos 30 años, cabello castaño claro , ojos color miel y piel pálida

-Buenas señora, me podría hacer el favor y ¿llevarme a la ciudad que esta al pasar este pueblo?-pregunto tranquilamente con una sonrisa inocente

-Claro joven, suba, ¿quiere que lo lleve a algún lugar en concreto?

-Pues al aeropuerto por favor claro está que si no es mucha molestia

El Asesino A Sangre FriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora