Capítulo 4

19 1 0
                                    

Llegamos a mi día a día, Pablo está en mi clase y me estoy dando cuenta de que me mira mucho. No quiero imaginarme nada porque tengo muy claro que es mi amor platónico pero...tendriais que ver las miraditas que me echa...Me encantan la verdad, bueno, creo que todo lo relacionado con él me encanta pero bueno...a veces también resulta algo incómodo.

A lo que voy, me encantaría tener alguna relación mayor de la actual con él. Ahora mismo somos como unos simples compañeros, me gustaría ser mejores amigos, de eses de: quedamos hoy? Claro, a que hora? A las cinco? Vale, perfect. Pero no, cada vez lo veo más difícil, no soy de su...rango. Pero le quiero y no me llega con ser lo que somos.

Luego está Adam. El viernes dieron las notas del 2° trimestre, tenían que quedarle menos de 2 y le quedaron 6 así que se marcha para otro instituto, en el cual está en clase hasta las seis de la tarde. Una mierda tío. Últimamente estaba más cercano, pero bueno...Me dijo que convenció a los padres para poder quedar conmigo los fines de semana y me dejó un buen recuerdo suyo. El viernes al marchar para casa vino a junto mi. Me abrazó y me susurró al oído: te quiero. En ese instante sentí escalofríos por todo mi cuerpo, pero eran buenos. La piel se me erizaba y nos quedamos un par de minutos mirándonos a los ojos, ambos marrones. No tienen nada especial pero los cuatro brillaron al unísono, con esas ganas de soltar un: no te vayas. Y me besó, en la mejilla obviamente, nada especial pero fue tan bonito...

Después de tantos amores se cuando alguien siente algo o no, cosa que os pueden confirmar mis amigas. Y esos ojos brillantes, ese abrazo caluroso, con ganas de no soltarme y ese beso tan inesperado y a la vez tan revolucionario en mi me dieron a entender que él todavía siente algo por mi...

Bienvenido a mi desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora