Llegué a casa a las diez de la noche, después de haber estado estudiando en la biblioteca como un esclavo. Mi madre aún no había llegado y no llegará hasta que el reloj marque las doce de la noche.
Se oían perros ladrar, típico de este barrio tan conflictivo. Mi padre nos abandonó cuando yo recién empecé la secundaria debido al trabajo que tenía. Mi madre y yo no sabemos mucho de su vida. Él solo nos ayuda mandando dinero a la cuenta bancaria de mi madre para poder costearme los estudios y tenga un futuro como el suyo, al menos eso dice mi madre pero yo no pienso dejar a mi madre sola y menos en esta mierda de barrio.
Me dirigí hacia mi habitación, encendí rápidamente mi portátil para seguir buscando información sobre un trabajo que tengo que entregar la semana siguiente para la clase de biología.
Pasados veinte minutos me dio la pereza de seguir buscando y añadiendo información a mi trabajo sobre distintas familias de plantas curativas. Me metí en la ducha para limpiarme de toda la suciedad y olor a sudor que he ido cogiendo durante todo el día desde las siete de la mañana.
Cuando ya estaba listo para irme a dormir, en la cama había un paquete que me había enviado mi padre. Recorrí, con las yemas de mis dedos, el paquete para descifrar qué es lo que había en su interior. Podría ser un perfume que usan todos los ejecutivos, una caja de bombones o cualquier tontería pero de una marca conocida por todo el mundo.
Sin más misterio, abrí el paquete. Era un libro muy viejo y eso hizo que en mi interior se llenase de una sensación de misterio. ¿Por qué me habrá enviado mi padre un libro tan viejo? No ponía nada en la portada. Ni una mísera letra. Había una carta de mi padre dentro de ella.
"La magia de la vida vale más que la oscuridad de la muerte. Aprovecha todos los segundos existentes de tu vida."
Para poner un poco más de misterio a esta situación, agarré el libro y abrí en una página aleatoria. Nada. En blanco. Seguí pasando las páginas hasta que encontré una página con una palabra en ella escrita. Somnibius.
De repente, un gran destello blanco iluminó mis ojos y me transportó a otro mundo.
Eran momentos anteriores y en todos ellos estaba el libro que me regaló mi padre. El libro había pasado por muchas manos, por muchos años. El último en poseerlo era mi padre. En las visiones vi como mataban a gente por obtener el libro, gente recitando hechizos con el libro, gente luchando con el libro a mano... ¡¿Qué cojones es esto?! ¡¿Qué mierda me he fumado?!
Llamé rápidamente a mi mejor amigo de la infancia, Astraios, para quedar con él y hablar sobre el libro.
―Tío... creo que alguien me ha drogado ―dije con una voz entrecortada y con un poco de temor.
―Te dije que nunca consumieras las drogas. Solo yo puedo consumirlas ―comentó con gracia ―. A ver, ¿qué te pasa? ¿Te has enamorado de esas plantas curativas de biología? ―rió.
―¿Te apetece quedar? Es algo urgente... ―pregunté mientras seguía mirando el libro. Me fui al baño para ver si mis ojos estaban bien y que las pupilas estuvieran en su sitio.
―¿Ahora? ¿Pero es un poco pronto, no? Son las diez y cuarto de la noche y mañana tenemos clase... No sé tú, pero un chico de diez no debería faltar mañana a clases...
―A las doce y media. ¿Te parece bien? ―Oí como daba un gran suspiro.
―Vale, vale, así de paso me fumo un porrillo. Mi padre me ha vetado de casa por fumármelo en mi habitación.
―Tú eres gili... ―Antes de acabar mi frase, Astraios colgó.
Esperé hasta que mi madre llegase, cenase un rato y se fuera a la cama. Antes de irse a la cama, entró a mi habitación y me preguntó por qué seguía despierto. Le respondí que estaba haciendo el trabajo de biología.
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Somnibius
Science FictionNo todo puede ser normal en la vida cotidiana y mucho menos en el pueblo donde residen nuestros seis protagonistas, Antia, debido a que nuestros protagonistas serán los que marquen un poquito la diferencia. Seis jóvenes con personalidades muy difere...