La chica del otro día

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Como pudo, Rubén se metió en el taxi, y yo sin saber que hacer, me metí también.

-Arranque rápido, por favor.

-Ahora mismo.

Con los ojos cerrados, solté un suspiro de cansancio y liberación. A los segundos, cuando ya me había calmado, los abrí y miré por la ventanilla y me di cuenta de lo que había pasado.

Rápidamente miré a mi derecha y vi a Rubén sentado a mi lado recuperando el aliento.

Abrí mis ojos como platos incrédula, convenciéndome a mi misma de que esto era real.

-¿Hacia dónde quieren ir? -preguntó el conductor mirando por el espejo retrovisor.

-Hacia la calle "_______". -respondió Rubén- Dios, me has salvado el culo allí jaja.

Yo me quedé mirando sus ojos durante una milésima de segundo hasta que por fin pude reaccionar y volver a la realidad.

-Eh... Sí jaja eh... Es que te estaba viendo mal y dije: tengo que ayudarlo jajaja -"puta risa nerviosa", pensé para mis adentros-.

El conductor habló:

-Tú eres "el del yutube", el rubius ese, ¿no?

-Sí, soy  yo  -dijo sonriendo-.

-Ah, es que mi niña ve tus vídeos, ¿podrías hacerte una foto conmigo y mandarle un saludillo cuando os bajéis? Si no te importa, claro.

-Sí, sí, sin problema.

Rubén se me quedó mirando extrañado por un momento y me dijo señalándome con el dedo:

-Hostias, tú eres la chica con la que me encontré el otro día, ¿verdad?

ME HA RECONOCIDO. DIOS MÍO, SABE DE MI EXISTENCIA. ¿Se acordará de mi nombre o será demasiado?

-Sí, sí, sí, soy yo, también te puse un tweet muy gay jajaja, claro que lo hice pensando que no te iba a ver más.

-Ah sí, es verdad. De hecho creo que te marqué favorito si no recuerdo mal.

-Recuerdas perfectamente -dije sonriendo-.

Compartimos unas risas por el comentario y no hablamos más, por lo que yo me puse a mirar la carretera pero por el cristal delantero, no por el de al lado. Él estaba mirándome. Aunque no lo mirase directamente, notaba su mirada sobre mí. La situación me estaba poniendo bastante nerviosa, así me giré y sin aguantarme la risa le dije:

-¿Tengo algo en la cara? -dije mirándolo y riéndome sin consideración debido a los nervios-.

-¡_____! ¡TE LLAMAS _____! -dije dando un pequeño bote del susto-.

-¡SÍ! Jooder, qué susto me has dado. 

-Sí jajaja, estaba aquí dándole vueltas y al final ha caído.

Miré al conductor, y esté nos estaba mirando por el retrovisor con cara rara.

-Y, ¿cómo te llamo?

-¿No sabes mi nombre? -se rio-

-A ver, claro que sí, pero ¿qué es más cómodo para ti? ¿Rubius o Rubén?

-Pues es de las pocas veces que me lo preguntan, pero llámame como se te haga más cómodo.

-Entonces, ¿te puedo llamar Rubén?

-Claro.

-Vale jaja.

Rubén llamó a su amigo, primo o lo que fuera, que por lo visto también estaba en el centro comercial con él. Escuché un "voy de camino al piso" y un "sí, tengo las llaves".

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2016 ⏰

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"Cuenta hasta tres"  «Justin, Rubius y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora