Prólogo

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Me despertaron unas gotas de agua, tumbada en un frío suelo en una noche de luna llena. Mi vista intentaba aclararse ante la eterna oscuridad que me acechaba. Estaba en un callejón. Cuando, ví un brillo de luz que me cegaba. Escuche ruidos, palabras sin significado. Sentí que algo me tocaba y reaccioné. Corrí hacia algo que parecía ser un bosque. Podía sentir el agua cayendo por mi cara, brazos y piernas mientras ramas y hojas me rozaban causando arañazos por toda mi piel. Corría y no paraba.

Mi vista se nublaba cada vez que iba avanzando hacia el bosque, este acababa dando lugar a un solar vacío lleno de charcas, no tenia donde esconderme. Estaba huyendo, pero no sabia el porqué. Paré a pensar y mi mente se propagò de borrosos recuerdos casi invisibles.

Una mano tocó mi hombro erizando mi piel. Miré a mi costado, una cara sombría se asomaba por mi hombro causandome un sentimiento de tranquilidad y miedo...

Así lo conocí a él.

12 de Abril del 2003

El Primer Ángel CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora