la mejor amiga del rey de los fantasmas| Nico Di Angelo

Capitulo 16: "No lo olvidare abuelo"

Yo había regresado a donde mi familia, ahí estaban todos. Después de un rato Bea y Chad regresaron, parecían estar más animados, estaba segura que estos dos se hacían bien el uno al otro y al igual que hace unos años los ayudaría a estar juntos.

Bea había esperado durante un par de años pero Chad de un tiempo a otro dejo de llamarla al igual que a mí, no hacíamos video llamadas y mucho menos llamadas normales, no sabía porque quería preguntar; pero me pareció un poco imprudente ya habría un tiempo donde pudiéramos hablar con más claridad.

La tía Mary seguía "llorando desconsoladamente" junto al tío Richad, no quería sentir este pequeño odio pero no podía evitarlo me parecía tan hipócrita de su parte, los últimos meses ni siquiera visitaba al abuelo y cuando lo veía solo era para reclamarle o echarle algo en cara.

Los sentimientos de culpa suelen superar incluso a la tristeza, no las confundas; el abuelo era de esas personas que solían decir cosas muy sabias solo tenías que prestar atención para no perderte ninguno y eso era lo que yo hacía, prestar atención a cada una de sus sabias palabras esperando una de sus muy brillantes frases, de esas que parecen sacadas de los mejores poetas y eso era el abuelo; un poeta escondido el cual yo tenía el honor de escuchar cuando quisiera.

Contra mi voluntad todos los recuerdos vinieron a mí, no podía evítalo el abuelo estaba en una gran parte de mi memoria, como se supone que de un momento a otro intentara olvidarlo

¡¿Pero porque quieres olvidarlo?! Me reprendí a mí misma

El estará bien

El estará bien

El estará bien

No dejaba de repetirme a mí misma, no quería deja de hacerlo; si la esperanza era lo último que moría...mi esperanza moriría con mi abuelo y eso no iba a pasar pronto

Estaba poniendo en equilibrio mis emociones...o eso intentaba; estaba consiguiéndolo cuando todo se fue al carajo...

Mi respiración se fue haciendo cada vez más difícil, el aire no llegaba a mis pulmones todo a mi alrededor daba vueltas.

Es mentira

Es mentira

Esto es un sueño...una pesadilla

No es real, no puede serlo; en una mala jugada mis pulmones se cerraron impidiendo pasar aunque sea un suspiro de oxígeno, todo daba vueltas como si estuviera en un rápido movimiento...y me di cuenta, el mundo no se movía a mi alrededor, yo era la que me estaba moviendo; corría a toda velocidad sin rumbo

¿A dónde iba?, lo mismo me gustaría saber pero eso era lo que menos me importaba en esos momentos solo quería huir, olvidar...desaparecer; hasta ahora, en mi vida este era el momento más doloroso que había sentido, el lugar que antes ocupada mi corazón ahora tenía un gran hueco, uno que no podía desaparecer y parecía agrandarse.

Solo me detuve cuando sentía que todo se ponía oscuro, tenía que detenerme y respirar; como pude me detuve recargándome en un árbol y con el primer suspiro de oxigeno que llego a mí lo deje ir en un grito un grito lleno de desesperación, coraje...tristeza

-No es verdad -me dije a mi misma apenas ya que el aire aun no me llegaba correctamente -ESTO NO ES VERDAD -solté con el aire que iba procesando mi cuerpo, cada vez que el oxígeno llegaba a mi desaparecía en cuestión de nada con mis alaridos y gritos de frustración

NICO

Intente e intente, pero fue inútil no podía atrasarlo más... aunque lo intentara; si mi padre se entera de esto no sé cómo reaccionaría...así que deje de inténtalo, deje de empujar para que el alma de ese mortal dejara de estar en su mundo, con las pocas fuerzas que aun tenia hice un viaje sombra para ver cómo se encontraba ella, estoy en el parque donde nos conocimos ya que no pensaba aparecer en el hospital...y la veo...esta de espaldas a mí, esta recargada en un árbol puedo escuchar sus sollozos y fuertes respiraciones desde donde estoy; estoy caminado hacia ella pero me detengo de golpe, ¿Qué le diré? Yo no sé consolar a las personas, como decirle a alguien que siga adelante con su vida después de la muerte de alguien importante cuando yo ni siquiera he superado mis propias batallas.