Obsession

Fuego contra fuego

Angie

A pasado casi dos meses desde que empecé a trabajar en la finca. Amo mi trabajo, en verdad me apasiona. Con los vaqueros me hice muy cercana, en cuanto se dieron cuenta de que no podrían conquistarme comenzaron a tomarme como a una hermanita. Eran muy dulces y protectores. En los ratos libres después de la cena me enseñaron a montar a caballo. Brian me enseñó a disparar, y las noches de tormenta nos quedábamos viendo películas de acción en las barracas. Habíamos ido a bailar varias veces a algunos bares del centro de Nashville y me habían enseñado el paso típico del baile vaquero.

Con Ericsson me llevo de maravillas al igual que con su mujer Maggie y sus hijas gemelas Diana y Jennifer. Había cenado un par de veces con ellos y la señora Poth que por cierto se llamaba Helen. Fuera de la finca era una mujer muy dulce y sabia que había vivido con los Drake toda su vida. Y quería a Lucien como a un hijo.

En cuanto a Lucien... bueno... nada... después de esa tarde en la oficina se cerró. Me trata de manera profesional, me consulta las cosas que necesita y está pendiente de mis necesidades pero ya no volvió a acercarse a mí y una parte de mi está rota... porque lo deseo... porque me quemo por el cada noche. Y esas largas miradas que me da me dejan desconcertada. Cada noche, cada maldita noche sueño con él, fantaseo con el cómo jamás me paso con ningún hombre. Una tarde entre a su oficina a preguntarle algo y no estaba, su bufanda que siempre usaba en la finca estaba colgada y la olí, me embriague de su aroma como una maldita acosadora y me la hubiera llevado si supiera que él no lo notaria.

El baile de otoño fue una ocasion muy divertida. LLegaron chicas del pueblo la mayoria muy simpaticas y divertidas. Los vaqueros me hicieron bailar, bebe y seguirlos en la coreografia del tipico baile vaquero. Nunca me habia divertido tanto en toda mmi vida. Al final de la noche comenzaron a sonar canciones romanticas muy hermosas y me puse nostalgica. Entonces senti una mano tomando mi hombro. Cuando miro veo a Lucien con una camisa blanca suelta y el cabelo recogido viendose como un dios... me toma de la mano y me hace levantar. En el mismo lugar en las sombras me abraza a el y comenzamos a bailar lentamente. Su aroma me envulve, su calor me embriaga, el latido de nuestros corazones esta igual de agitado. Recuesto mi cabeza en su pecho y me dejo llevar por el suave sonido de la musica. El acaricia mi espalda y siento un escalosfrio de placer recorrerme entera. Cuando la musica termina levanto mi mriada y sus ojos pareces puro fuego... creo que va a besarme pero sus labios se depositan en mi frente y luego se va... y me siento mas confundida que nunca.

Es jueves por la noche y estoy recostada en mi cama jugando con el teléfono. La maldita cosa tiene todo lo que podrías pedirle a una máquina y me relaja de las largas horas que paso enterrada entre números. Tocan mi puerta y creo que debe ser la señora Poth llevo solo un camisón negro transparente y un saco grueso algo abierto. Abro la puerta y me encuentro con Lucien tiene una camiseta informal, vaqueros y esta descalzo

_ ¿estas ocupada?_ me pregunta

_ No, pasa_ lo invito pero él se queda en la puerta mirándome y me doy cuenta de que su mirada va hacía mis pechos desnudos bajo el saco

_ este sábado es la gala de productores y quisiera saber si aún quieres acompañarme_ dice tranquilo perforándome con la mirada

_ ¿aun quieres que te acompañe?_ pregunto abrazándome a mis misma

_ ¿porque no querría?_

_ porque te has comportado muy distante conmigo desde esa tarde en la oficina y fuiste extraño desde el baile de otoño..._ digo casi en un murmullo. Entonces el entra y cierra la puerta tras de sí toma mi barbilla en su mano y levanta mi mirada

_ Angie no puedo dejar de pensar en ti, desde el momento en que te vi quiero arrancarte la ropa y follarte hasta sacarte el alma del cuerpo pero tu mereces más que eso, mereces a un hombre que pueda entregarse por completo y eso es algo que no puedo darte, no puedo darle a nadie_