Biography Of A Simple Girl <3

CAPÍTULO 9 - Cobarde.

Cuando llegué al salón de clases, la mayoría de personas se quedaron observandome en silencio. Tal parecía que Gabriela ya les había contado lo sucedido, a su manera, claro. Fui hacia mi lugar y comencé a hablar con Luna.

-Hey, hola. Necesito decirte algo...-. Luna dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí para prestarme más atención.

-Claro, ¿qué sucede?-. Me miraba fijamente.

-Verás, ¿recuerdas que he tenido varios problemas con Gabriela? Quise aclararlos, pero las cosas no resultaron como yo lo quería-.

-¿Por qué no? ¿Qué ha pasado?-. Se acercó más a mí y tomó mi mano.

-Quiere que peleemos, cuando terminen las clases. Le dije que ahí estaría. Pero siendo honestas, jamás he peleado con nadie en mi vida, estoy tremendamente asustada-.

-Vale, no pasará nada. Yo estaré ahí para ti si algo malo llegase a pasar, lo cual dudo mucho. Eres bastante fuerte-. Se rió y me hizo una mueca de dolor, fingiendo así el hecho de que "soy fuerte."

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Seguimos las clases con normalidad, pero yo no dejaba de pensar en lo que pasaría cuando el día terminara. Si las cosas salían mal, tendría que pagar las consecuencias con mis amigas y aún peor, con mis padres. Jamás tuve problemas de éste tipo con nadie, desde que tengo memoria yo siempre fui la chica que detenía todas estas cosas de las peleas y demás. No puedo creer que ahora yo sea en parte la causante de todo esto.

La campana que indicaba el final del horario escolar, me erizó la espalda. Curiosamente la maestra nos pidió que nos quedaramos a limpiar el salón. Aún más curioso, sólo nos eligió a Gabriela, a dos amigas suyas y a mí. Tenía más miedo.

De alguna manera Gabriela terminó más rápido el aseo que le correspondía, por lo tanto fue la primera en salir del salón. Mi miedo iba en aumento. Cuando terminé yo, sabía lo que sucedería, la pelea se haría a lo grande por como era Gabriela. Pero algo extraño sucedió. Al salir de la escuela, me encontré con Luna esperándome.

-Luna, diablos. ¿Dónde está Gabriela?-. Raramente el miedo se alejaba de mí, pero la furia lo reemplazó.

-¿Esa cobarde?-. Se rió.

¿Qué?-. No entendía lo que estaba diciendo.

-Sí, cobarde. En cuanto salió de la escuela no dudó nada y se fue directo a su casa. Todos le dijimos que se quedara, pero mintió y dijo que tenía algo que hacer-. Siguió riendo.

-Oh, vaya. Creo que eso está bien, en cuanto ya no siga jodiéndome-. También me reí.

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Al día siguiente cuando entré al salón, Gabriela estaba en su asiento, me observó un segundo. Pero al percatarse que también la miraba, agachó la mirada. Fue ahí cuando supe que mis problemas con ella habían terminado por completo.

El día de clases estaba saliendo muy bien, todo eran risas y estudios. Como de costumbre. Pero notaba a Luna un poco fría, cortante y apartada de los demás. Me tomé el tiempo para acercarme a hablar con ella, lo cual no resultó de nada. Ya que me ignoraba. Después de eso salió del salón. Vaya que se está a comportando demasiado extraño, así que fui con ella para asegurarme de que se sintiera bien. Al entrar al los baños de la escuela, supe que estaba en el último cubículo, escuché que lloraba y que algo la dolía. Entré en el cubículo de al lado para que no me observara cuando saliera. Y así fue. Salió del cubículo, tenía las más mangas de su suéter arriba del codo en ambos brazos y se dirigió a los lavamanos. Con agua y un poco de jabón se lavó los antebrazos y la cara. Cuando me acerqué hacia ella, noté lo que verdaderamente había hecho mi mejor amiga.

-¿Luna? ¿Q-Qué has hecho?-. Me acerqué lentamente hacia ella mirando los cortes en sus antebrazos y muñecas.

-¿Yessy? Pero, ¿tú qué estás haciendo aquí? Joder, nadie debía saber esto. Bien, ahora tendrás que jurarme que no dirás nada a nadie. Por favor, si dices algo podrían expulsarme de aquí y me llevarían a un psiquiatra oh algo por el estilo-.

-¿Por qué te has hecho eso?-. Estaba furiosa, enojada y preocupada por ella, pero intentaba mostrarme un poco indiferente, como si no me importase lo que acababa de hacer la chica a la que más quería.

-Sirve para desahogarte. ¿Quieres probar?-.