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Coloco el móvil en mi oreja y espero a que alguien conteste.

- ¿Sí?

Escucho una voz masculina a través de la linea.

Su voz me deja pasmada, es tan fría y ruda.

El temor invade mi cuerpo, me siento arrepentida de haberle marcado a un desconocido. ¿cómo un secuestrador podría tener gente buenan dispuesta a salvar a sus victimas agregada a sus contactos? la verdad, no tiene logica.

- ¿Ryan? - pregunta él.

Los latidos de mi corazón se aceleran con cada palabra que dice.

- Joder contesta, escucho tu maldita respiración.

- ¿Para que mierda llamas si no vas a hablar? Será mejor que encuentres a la chica, imbécil.

Y cuelga.

Trago saliva sonoramente.

Aprieto el teléfono entre mis manos mientas reprimo un par de sollozos.

¿Que mierda tenía yo de especial para que todos se empeñaran en encontrarme? ¿Para que me querían?

Bufo sonoramente al no sabes la respuesta.

Conforme pasa el tiempo mis lágrimas se detienen, la temperatura aumenta y el frío empieza a sentirse entre los jodidos arbustos del bosque que me encontraba.

Observo la hora en el celular.

3 : 45 Am

Con algo de dificultad salgo de entre los arbustos y me pongo sobre mis pies.

En seguida un pequeño escalofrío invade mi cuerpo, me acurruco como puedo entre mis brazos y suelto un suspiro.

No podía permanecer mas tiempo en este lugar, en una horas el sol saldría y sería mucho mas fácil para Ryan encontrarme.

Guardo el móvil en los bolsillos traseros de mis jeans dispuesta a correr un par de kilómetros.

Corro sin ganas, sin saber dónde estaba ni a donde debía ir.

Mis ojos me pesan, mis pies se debilitan y mi estomago ruge pidiéndome a gritos que le alimentara, no había comido absolutamente nada después de haber salido del hospital, por lo que ahora muero de hambre.

El teléfono vibra en mis pantalones.

Me dengo y con una pizca de esperanza lo saco de entrer mis bolsillos.

Un mesaje.

"Dejame en paz, Ryan" -Ross.

Una sonrisa se escapa de entre mis labios al leer su nombre en la pantalla, sacudo mi cabeza algo aturdida e intento concentrarme.

"Ross, soy yo, _______"

"Vete a la mierda"

Mis ejas se elevan lo mas alto que pueden, arrugando completamente mi frente por el asombro.

Marco su numero nuevamente, esperando a que conteste.

- Ross necesito tu ayuda. - digo sin más.

Lo escucho suspirar.

- ¿No que debía desaparecer de tu vida? ¿Tan pronto quieres volver a verme?

Golpeo mi frente con la palma de mi mano. ¿Acaso este chico no podía ser mas idiota?

- Ryan estuvo obligándome a decirte todo eso, no creas que...

Su voz me interrumpe.

- Claro, también te obligó a que gimieras.

- Ross...

- Entiendo.

Y cuelga nuevamente.

Siento inmensas ganas de estallar el teléfono contra el pavimento pero no lo hago porque es el único método para pedir ayuda que tengo.

Retengo mis lágrimas nuevamente.

Ross era un idiota. Ni siquiera sé como llegué a pensar que él me ayudaría, No sé como llegó a pasar por mi cabeza que el me rescataría, él... un chico mucho mas rudo que Ryan. Solo las veces que me había violado siendo mi padre lo explican todo, era un psicópata.

Narrador omnisciente.

Ross tira las almohadas al suelo y golpea el colchón de su cama sin poder evitarlo.

Pasa una mano por sus cabellos rubios y apaga el móvil dejándolo descansar sobre la mesita de luz.

Cierra sus ojos con fuerza.

Y ahí estaba ella, dominando su mente y controlando sus estúpidos pensamientos.

Él abre sus ojos al instante, no quiere pensar en ella, no quiere recordarla, no quiere imaginar esa profunda mirada, sus ojos color avellana, esos finos y carnosos labios de los cuales tantos gemidos había escuchado, esas hermosas curvas que solía acariciarle todo el tiempo, su cabello, su sonrisa... Joder, no estaba dando resultado, la estaba pensando nuevamente.

Restregó su cara con ambas manos.

Se acomoda sobre la cama e intenta conciliar el sueño, no había dormido nada, siempre estaba ella en sus pensamientos para torturarlo.

Ross bufa a petición de su cuello, necesitaba las jodidas almohadas. Se levanta y las toma arrepintiendose de haberlas tirado.

Y volvemos a lo mismo.

No podía dormir, no podía sacarla de su cabeza. Y lo peor de todo, gracias a _______ ya se traía una molesta erección bajo sus pantalones y simplemente no la tenía a ella para saciar sus necesidades sexuales.

Se levanta, no puede soportarlo.

Enciende la luz de su recamara y busca aquella antigua grabación entre los cajones, aquella misma que había grabado hace unos días cuando estaba con ella.

Sonríe al encontrarla.

Se acomoda sobre su cama con el aparato electronico en sus manos.

Le da play al vídeo, nada podía ser mas excitante.

Jamas pensó que estaría viéndose a él mismo teniendo sexo con una chica, no cualquier chica, era ella... Ella... La causante del terrible vacío que había en su corazón.

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Espero que les guste ❤
Dios la amo mucho!!! :D
#Marilynch9

Prohibido Enamorarse  | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora