Te amare para siempre. (Narusaku). Fanfic.

Parte 4: Un nuevo despertar

ACLARACIÓN: Los personajes NO me pertenecen, solo soy dueña de la idea de este fanfic :)

Sakura:

Salí de mi habitación tan rápido como me fue posible y me dirigí a las escaleras, estaba tan emocionada que llegue hasta la planta baja de la casa sin ni siquiera haber tocado los escalones: había dado un gran salto y aterrice sobre el suelo sin tambalearme; mi mamá quien barría la casa, al verme hizo un gesto de desaprobación y dejo de barrer —Sakura Haruno— dijo mi amada madre, ella siempre mencionaba mi apellido cuando yo la hacía enojar y ya era normal para mi escuchar sus reprimendas sobre todo cuando no aseaba mi habitación, pero esta vez el regaño se debía a otra cosa; parecía molesta y yo sabía bien la razón.

—Sé lo que dirás mamá, que "las señoritas no deben de saltar cuando traen vestido" — dije en un suspiro.

—Así es— asintió —hija, yo sé que eres un ninja medico, que ya eres mayor, pero yo sigo siendo tu madre y lo que te digo es por tu bien, jamás te diría algo que te afectara. Sakura y ya te he dicho que cuando una señorita salta y trae puesto un vestido...

—... se le ven los calzones— interrumpí, mi mama frunció el ceño, pero no logro contener la risa que le había causado mi comentario, así que no pudo mantener su semblante de autoridad y ahora volvía a ser mi dulce madre.

—Bueno, no iba a decir eso... pero tienes razón— añadió mi mamá y se cruzo de brazos, después adquirió un semblante distante, como si estuviera perdida en sus pensamientos, aunque en realidad estaba concentrada en mí: me analizaba minuciosamente, yo estaba segura de que se debía a la forma en la que me había vestido, no era impresionante o relevante, pero anteriormente había descuidado mucho mi imagen, mi higiene... mi autoestima, así que la diferencia de la "Sakura deprimente" y esta "nueva Sakura", era bastante. Pero ¿cómo podía tener ánimos de arreglarme, de maquillarme, de lucir bonita? Si Naruto no podía estar a mi lado, es decir, su cuerpo estaría allí, pero estaría como dormido, su alma estaría perdida y yo solo podía soñar con que él solo se canso y se fue a la cama. Toda esa situación me había robado tantas lágrimas, tantas noches, me había demacrado por completo; pero ahora había hecho un gran esfuerzo por lucir "presentable" — ¿y tú a dónde vas tan arreglada? ¡Mírate! Pareces una modelo. — concluyo mi madre mientras que en sus labios se formaba una picara sonrisa.

Su comentario hizo que mis mejillas se ruborizaran —Mamá, no digas eso— dije apenada.

—Bien, pero dime a dónde vas, señorita.

—No vas a creerlo cuando te lo diga— dije con emoción y tome a mi mamá de sus hombros, no podía ocultar la inmensa sonrisa que apareció repentinamente en mis labios.

— ¿Qué cosa? ¿A qué te refieres? — dijo mi mamá, la invadía la curiosidad.

— ¡NARUTO HA DESPERTADO! — grite, mi mamá sonrió ampliamente y no dudo en darme un gran abrazo, la emoción era tanta que ambas nos pusimos a dar pequeños saltos de felicidad. —Estoy tan emocionada, pero también me siento muy nerviosa, ¿puedes creerlo? Después de todo este tiempo, ¡al fin volveré a ver sus hermosos ojos azules!

—Me da mucho gusto hija, pero no estés nerviosa, todo saldrá bien, solo ve con él y sé tú misma— dijo mi mamá y acaricio mi rostro con su cálida mano, le sonreí de vuelta y le di otro gran abrazo.

—Iré al hospital— dije y me separe de mi mamá. —Deséame suerte.

—Todo saldrá bien, Sakura. — sonrió mi madre.

Mi padre no estaba en casa, seguramente fue al mercado, así que le dije a mi mamá que me despidiera de él. Ya había caminado por un buen rato, pero no me sentia cansada, pues parecía que el mundo había tomado de nuevo su color habitual y me alegre tanto de ya no estar bajo la tonalidad gris que había tomado mi vida cuando Naruto quedo inconsciente.