Mis ojos los siento demasiado pesados pero no puedo apartar la vista de Naoki, se ve tan diferente ahora. Su cola se mueve de un lado al otro mientras toma su leche. Mi mano aferra con fuerza el vaso donde me serví un poco de agua. No ha pasado nada, solo me siguió y le di leche y no ha dicho ninguna palabra.
¿Esto demuestra que puedo entender a los animales? Si esto es así, tengo que probarlo. Dejo de sostener mi vaso y camino hacia la sala donde se encuentra la pecera de mi madre, la cual solo contiene 3 peces dorados.
Me coloco en frente de la pecera y los observo. Pero ellos ni se inmutan de mi presencia, siguen nadando y cambiando de dirección cada cierto tiempo.
-¿Pueden escucharme?- Pregunto a los peces observando a cada uno de ellos pero ninguno me hace caso y vuelvo a preguntar pero esta vez dando unos golpecitos al vidrio de la pecera-¿Me escuchan?
-¿Qué haces?
-¡AHHH!
Doy la vuelta tan rápido como puedo y encuentro a Naoki con su cabeza inclina hacia un lado. El maldito me ha sacado un susto.
-Esto...bueno yo...
-Los peces son capaces de sentir las vibraciones, tú emites ondas y ellos las perciben- Dice Naoki lamiendo una de sus patas – Con tu grito, da las gracias a que no se han muerto.
-Eso no lo sabía-Afirme.
Naoki detiene su tarea para darme una mirada rápida –Jonathan, hay muchas cosas que no sabes.
Aprieto los labios y camino directo hacia mi habitación. Que gato más egocéntrico al decirme eso.
-¡Jonathan, espera!
Me detengo a la mitad de camino sin voltear a verlo, aun me da algo de incomodidad saber que puede hablar y tener pensamientos.
-Me gustaría ser tu mentor.
Espera.... ¡¿QUÉ?!
-¿Cómo piensas hacer eso, gato?- Pregunto con cierto atisbo de sarcasmo.
Naoki me lanza una mirada cansada. Y camina delante de mí hacia mi habitación. Claro, ahora a mí me deja hablando solo. Saco mi móvil y veo que es demasiado tarde y tengo escuela en pocas horas.
Cansado de tales infortunios que han pasado a lo largo de la madrugada entro para poder lanzarme sobre mi cama y tomar algunas de las mantas para cubrirme.
-Buenas Noches, Naoki.
-Jonathan...-Comienza a hablar, pero finjo estar ya dormido, y cierro fuertemente mis parpados- mi propuesta sigue en pie.
Y después de eso ya no dijo nada, todo lo que escuche fue silencio, pero de tan cansado que estaba ya nada importaba solo me abandone en un profundo sueño.
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El Gato Filósofo
Short StorySon ideas y pensamientos de un pequeño gato tratando de hacerle la vida mas sencilla... o más complicada a un humano.