¡CAPÍTULO EXTRA!: La Chica Especial

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¡CAPÍTULO EXTRA!: La Chica Especial

 

Nota: Taylor no es la narradora.

 

 

 Me di cuenta que mi novia me engañaba así que he perdido por completo la esperanza en las chicas. Sí, son estúpidas, idiotas y deberían de irse al inferno por… por… por todo…menos mi mamá, amo a mi mamá.

Ella es la única mujer buena que queda en el mundo y mi papá fue un afortunado en ganarla.

Mi celular sonó y era ella, la que llamo mi ex novia y sonrío de felicidad al saber que ya no es mi novia porque le tengo un odio por el momento.

-        ¡Amor, déjame explicarte! – dijo la zorra de ella.

-        Nah ¡Chingate! – le grité sin temor alguno.

-        Escucha, por favor – dijo llorando.

-        Habla – le dije fríamente.

-        Estoy en el hospital, me acaban de atropellar… bueno, fue hace unos momentos, pero en serio necesito verte… me atropellaron porque salí detrás de ti que no vi que venía un auto y luego…

-        ¿En cuál hospital estás? – la corté enojado.

Me dijo en cuál estaba y allí me dirigí. En la entrada vi que había una tienda de regalos. Y me parece gracioso ya que en los hospitales se les ocurre de todo con tal de ganar dinero poniendo en riesgo la salud de la persona.

Aunque sea algo material, tal vez deba ir con mi ex novia con unas flores para no verme tan vacío. Pues aunque me cueste admitirlo, yo tengo la culpa ya que la atropellaron por ir detrás de mí.

Entré a la tienda y miré las rosas, compre unas rojas muy lindas y me dirigí a la recepción dónde me dijeron la habitación en la que se encontraba ella. Era el “E-15”; el primer piso del hospital era el A, el segundo en B y así sucesivamente. Tuve que subir 5 pisos en el ascensor y al lado mío había un chico demasiado alto, rubio de ojos azules que se veía algo temeroso.

Yo sólo miraba los botones que al parecer eran muy emocionantes. Cuando llegamos al piso él salió del ascensor de manera brusca haciendo que yo me quedara algo atrás. Supongo que debe tener prisa para ver a alguien.

Caminé por los pasillos mientras miraba los número de las habitaciones, en la habitación “E-14” estaba el chico de hace unos segundos en el ascensor. La curiosidad me ganó y me asomé para ver qué veía. Las puertas de todas las habitaciones deben estar abiertas, así que esa era una ventaja mía.

El chico sólo la acariciaba, luego se secó unas lágrimas y finalmente la besó, también dejó un libro antes de irse. La persona a la que visitaba se encontraba dormida, seguramente es su novia.

Mi Vida No Es Un Cuento de DisneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora