Cap. 3 : Paz

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Capitulo 3: Paz.

Haise

Haise Haise

Seamos uno

Haise

...

¿Realmente crees qué eso funcionará?

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-Gracias- dijo aliviado el peli monocromo mientras que se acomodaba lentamente en su cama- por un momento pensé que no aceptarías Shirazu- sonrió al menor.

-Bueno... tu propuesta al principio sonó bastante... rara- decía mientras evitaba la mirada del mayor.

-Vamos, ven, acuéstate junto a mí- sonreía mientras que palmeaba la zona al lado de él.

-Ya voy- respondió con cierta timidez, sus movimientos eran algo temblorosos y lentos, pero en tan solo unos segundos se vio recostado junto al mayor, ambos estaban en completo silencio, un aura de incomodidad rodeaba a los dos hombres- ¿tus pesadillas son muy intensas Sassan?- preguntó con timidez el peli naranjo, el mayor lo observó.

-Pues... su pongo que podría depender de perspectiva, hay personas que son muy fuertes mentalmente- decía mirando hacia el frente- a decir verdad... para mi es sin duda aterrador, no sabría otra manera para explicarlo- pronunciaba amablemente, el menor no hablo ante la respuesta, solo observó con tristeza el semblante cansado de Haise.

-Bueno, pero... ¿de verdad crees que si duermes junto a alguien te calmara un poco?

-No lo sé- respondió con una pequeña risa- sinceramente no tengo idea, pero quiero experimentar para ver si siquiera funciona un poco, por algo se debe empezar- sonrió levemente, el silencio volvió a recaer como manto ante los dos- okey- las palmas del mayor chocaron contra la otra- lo mejor será ya dormir.

-ah... sí- contestó con algo de ánimo, con movimientos torpes se acomodó mejor junto al peli monocromo.

-Buenas noches Shirazu- deseó al menor mientras que cerraba sus ojos.

-Buenas noches Sassan- deseó de vuelta.

El peli naranja cerró sus ojos, pero minutos después los volvió a abrir, se vio incomodo al sentir la constante calidez de la respiración del mayor, sus ojos quedaron fijados como flechas frente a las facciones aniñadas del mayor, un puchero protestante dominó en el rostro del menor.

-"Sassan es toda una estafa, luce mucho más joven de lo que en realidad es, además... ¡ni siquiera luce como un hombre!, si no fuera por todos esos músculos pasaría disimulado como una chica, solo mira esos labios, delgados, finos y rosados, también esta su nariz, es tan delgada y termina en punta, tal como una nariz de esa mujeres que son modelos, su piel que se ve tan suave y tercia, ¿Qué clase de crema usara?, además sus ojos, cuando los abres son tan grandes, también están sus pestañas, son demasiado largas, ¿qué clase de hombre subnormal es este?, ¿Qué le habrán dado de comer cuando chico para ser así?"

Los gestos del menor se distorsionaban más y más, muecas profesantes de una gran incógnita pasaban por las facciones del peli naranja, miles de preguntas se paseaban por su cabeza, todas relacionadas con el mayor, los minutos pasaban y el peli naranja no conseguía apartar la mirada del peli monocromo, a cada segundo sus ojos respondían con fascinación ante un nuevo descubrimiento en la piel del mayor, la noche seguía constante sobre la ciudad al igual que sus ojos sobre el rostro de Haise, lentamente una sonrisa se empezó a dibujar sobre su rostro, la paz colmaba cada rincón de la habitación, el silencio abrazaba con suavidad a ambos hombres.

-Sassan...- pronunció delicadamente sin conciencia entre medio del silencio, entonces sus ojos se abrieron ante el constante golpeteó de su pecho, se removió sobre las sabanas ante el incomodo ardor de sus mejillas, con fuerza afirmo su pecho tratando de calmarlo, pero sus ojos no podían apartarse del rostro del mayor.

-"¿qué es esto?"- se preguntó a si mismo mientras que nerviosamente se ubico al lado del peli monocromo, sus ojos aun sin cerrarse observaron con sigilo el gesto calmado de Haise, entonces sin consentimiento alguno de su mente, sus brazos se movieron alrededor del pequeño cuerpo del mayor, con gran incomodidad se aferró al delgado cuerpo de Haise, como si de esa manera encontrara consuelo a los desproporcionados latidos de su corazón- "¿qué es esto?, siento como si mi corazón quisiese escapar de mi pecho"- pensó mientras que acurrucaba su cabeza sobre la cabeza de Haise, cerró sus ojos mientras sentía los largos cabellos del mayor removerse bajo su mentón, entonces sonrió.

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Un suave viento removía con delicadeza los cabellos del mayor, una pequeña sonrisa se dibujos en el rostro de Haise ante la paz, abrió sus ojos y observó un hermoso manto blanco bajo sus pies, su cuerpo vestía su típica camisa negra y sus pantalones negros con rayas blancas, pero sus pies se veían ajenos a cualquier cosa, agradeció internamente aquello, ya que podía sentir la suavidad de los pétalos bajo sus pies, un dulce aroma se coló por sus fosas y aquello le hizo sonreír aun más, sentía como aquel viento lo abrazaba ante el silencio, la paz rodeaba con sigilo el cuerpo de Haise, su mano subió lentamente hacia su pecho, su mano se removía con delicadeza sobre su pecho, sonrió levemente ante los apaciguados latidos de su corazón, ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que sintió aquella paz?, el dulce aroma de las flores acariciaba la blanca piel del mayor, aquello inundaba de felicidad el corazón de este.

-Esto es tan hermoso- decía para sí mismo mientras que sus ojos se elevaban hacia los azulejos cielos, los cuales estaban tan despejados, estaban tan claros que el mayor sentía que se podía reflejar en este.

Entonces un nuevo viento acarició los cabellos del medio ghoul, este sonrió, volvió a respirar y se vio inundado por aquel dulce aroma de las flores, entonces sus ojos se vieron llenos de lagrimas, sus piernas se vieron poseídas de un infinito temblor, el cual aumentaba más y más hasta el punto en que cedieron, cayó de rodillas y su llanto se perdía sobre el infinito aire, posó ambas manos sobre su rostro y dejo que las lagrimas cayeran sobre estas, entonces un camino rojo se empezó a dibujar sobre el manto blanco, el caudal carmesí aumentaba a medida que unos pies avanzaban hacia el mayor, unos ojos se posaron con tristeza sobre el peli monocromo, entonces un mar de sangre rodeó a ambas presencias.

-Haise- una voz suave llamó al mayor- tu ya sabias que era así- el mayor no elevaba su cabeza, se veía perdido entre medio de sus lagrimas, una mano se posó con delicadeza sobre los suaves cabellos del medio ghoul- Haise- volvió a llamar- el llanto seguía llenando el aire, mientras que un manto de flores rojas regalaba un olor oxidado- Haise- llamó nuevamente mientras que se arrodillaba, entonces el mayor elevó su rostro, ambos ojos grises se encontraron mutuamente y ahí el mayor comprendió- Haise... seamos uno- dijo, entonces ambos labios se fusionaron en un profundo beso.

Por todos los eternos aires del lugar se escucho el sonido de una cadenas, como si estas se trisaran, entonces ambos cuerpo cayeron sobre los pétalos carmesís.

Continuara...

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2016 ⏰

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Seamos uno (Tokyo Ghoul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora