- Aaaahhh! - Bostezaba Hanniel mientras se levantaba de la cama -Demonios, otro día, el sol esta feliz, no hay nubes en el cielo, se ve que va Aser un día Normal.
Tomo sus pantuflas y sus lentes, fue al baño y vio su rostro.
- Valla, pero que tenemos aquí, una cara seria -.- , no estaría mal si me tomo una ducha.
Una vez que salió de la ducha se dirigió hacia su celular Para ver la hora.
- Oh, miren la hora, se me hará tarde.
Fue hacia su ropero, tomo su uniforme, alisto su maleta, bajo a la primera planta, preparo su desayuno, procedió a comer, se despidió de su perro Douglas y se fue caminando.
Al llegar a la escuela, era la directora quien estaba en la entrada del plantel.
- Hanniel, ¿otra vez llegando tarde?
- Lo siento, tuve un pequeño problema.
- Que no vuelva a pasar ¿Entendido?
- Si no se preocupe.
Hanniel siguió caminando hacia se salón, subió las escaleras ya que su aula quedaba en la parte de arriba, se asomó a la puerta y ahí estaba su profesor.
- Profesor... ¿Puedo pasar?
- Oh, miren, pero si es el "Sabio", Claro como no habría de dejar pasar a mi mejor estudiante.
Siguió caminando un poco enojado (no le gustaba que le dijeran sabio) hasta llegar a su lugar pero este ya estaba ocupado, y quien esta allí era Elizabeth, una chica nueva.
-Oye niña, ese es mi lugar - dijo Hanniel sacado de onda - nadie por muy valiente que sea se sienta en mi lugar.
- Pues, aquí no dice tu nombre, "sabio" - dijo Elizabeth muy confiada de si misma.
- Uuuhhh - decían todos en el salón - esa chica si que tiene ovarios.
- Bueno, ¿Me darás mi lugar? - preguntó Hanniel un poco irritado por las burlas de sus compañeros.
- Esta bien, disculpa, sabio.
- No vuelvas a decirme sabio, niña.
- Yo no soy ninguna niña.
- Bueno, ya... Tomen sus lugares - dijo el profesor - hay que seguir con la clase.
Elizabeth solo se cambio al lugar de alado, y así estuvieron todo el día hasta que sonó el timbre y se fueron a casa.
Una vez que Hanniel llego a casa dijo:
- Esa chica... Me va a traer muchos problemas.
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EL PLANTEL DEL AMOR
RandomEn algún momento de nuestras vidas nós enamoramos de alguien en la escuela... Bueno, esta no es la excepción.