Sin ti no puedo

1.3K 53 5
                                    


Una de la madrugada. Sentado en el sofá mirando la pared.

Dos de la madrugada. Tirado en el sofá mirando el techo.

Cojo aire e intento ahogarme con él. ¿De verdad piensa eso? Suelto el aire despacio.

Debería haber insistido en no irme, no tendría que haberla dejado allí. Pero no tenía opción.

Cerré los ojos dejando que la oscuridad de mi salón me cubriera por completo. Dejé vagar la mente, dejándome llevar por el recuerdo de hace unas horas.

>> - ¿¡Quién eres para decirme lo que tengo que hacer!?

- ¡No lo entiendes, ¿verdad?! ¡Ese tío te está engañando! ¡Te está usando para jugar en mi contra!

- ¡No te creas el centro del mundo, Natsu! ¡No puedes decirme lo que tengo que hacer!

- Perfecto, entonces lo que yo te diga no importa nada, ¿cierto?

- Nadie gobierna mis decisiones más que yo. No te creas con ese derecho solo porque nos hemos tomado un par de "libertades" en tu casa - me quedé helado al escuchar eso de sus labios.

- ¿Eso es lo que significa esto para ti? - dije haciendo referencia a nosotros, nuestra relación.

Ella me respondió con su silencio y su mirada fija en la mía. Orgullosa. La conocía lo suficiente como para saber que ella se había dado cuenta que había ido muy lejos con esa frase. Pero ya estaba dicha. Necesitaba aclararlo.

- ¿Eso es todo? - ella desvió la mirada y se mordió el labio inferior. Seguía en silencio.

Perfecto, me dí la vuelta, cogí la chaqueta. Con la mano en el picaporte de la puerta, eché un último vistazo a la figura de la habitación. Ella me miraba con los ojos brillantes. Pero seguía sin decir nada. Rompí el contacto visual y me giré abriendo la puerta. Escuche a mis espaldas como ella cogía aire, pero de su boca no salía más sonido.

Cerré la puerta.<<





Mierda, mierda, MIERDA.

La pared de la habitación estaba siendo testigo de lo frustrada que me sentía.

Él no podía pretender que hiciese lo que quisiera. No. No vendría ahora un hombre a intentar domesticarme. Pero eso no era suficiente razón para decir todo lo que dije delante suya.

Me senté en el suelo junto a la baranda de piedra del balcón. Esta vez, él no vendría. Me había encargado bien de ello.

MIERDA

No podía parar de llorar. Enfurecida por cagarla tanto. Frustrada por ser tan bocazas. Idiota por ser así de llorona. Y una completa estúpida por tener la esperanza de que lo volvería a ver subir a mi balcón.

Sigue esperando, Lucy Heartfilia. No volverá por ti

Mi subconsciente me gritaba la verdad que no quería ni pensar. No fuí capaz de arrepentirme por lo que dije. No fuí capaz de masticar y tragarme mi orgullo. Ahora podía cerrar los ojos y ver una y otra vez su mirada antes de marcharse.

¡No te vayas, Natsu! ¡Lo siento! ¡Te quiero!

¡Mierda y más mierda! ¿Por qué no fui capaz de decírselo? Maldita sea mi bocaza mil veces. Él no era un juego, era real y lo quería conmigo. A mi lado. Y lo había echado con la patada en el culo, incluída.

Passion [NaLu/LEMON]Where stories live. Discover now