En un pequeño poblado a las afueras de Bandle, un joven llamado Raúl Méndez (17), huérfano desde hace 2 años se las apaña para poder sobrevivir en una cabaña del bosque. Sus padres murieron debido a un accidente de tráfico. Se estrellaron contra un camión que, según dicen los informes, iba por la mitad del carril doble. No hubo supervivientes. A partir de ahí, Raúl tuvo que dedicarse a robar hogares para conseguir dinero, atracar personas o incluso algunas veces, trabajaba de mercenario para los mafiosos.
Pero un día de noviembre, Raúl volvió a sentir el cariño fluyendo por sus venas.
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ADVERTENCIA: no me gusta poner mayúsculas en el móvil, y las tildes a veces tampoco, pero voy a intentarlo para que no quede feo. No sé como serán los capítulos de largos, pero intentaré no hacerlos de más de 300 palabras. Hasta otra ;).
