U N O

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—No lo sé, Ni —Harry dudó, dando un sorbo a su delicioso jugo de frutilla—. No nos han invitado a esa fiesta, además, sabes que no me gustan.

—¡No necesitamos invitación, Harry! ¿Te quedaste en el pasado o algo? — cuestionó su mejor amigo—. Es la fiesta de inicio de semestre, Dan la hace todos los años, y todos los años no vamos, Tal vez si este año asistimos la gente notaría nuestra existencia.

Era hora de receso y ellos —a diferencia de todos sus compañeros, que estaban en la cafetería—, se encontraban sentados en el césped a las afueras del instituto, sentían que era más tranquilo estar ahí, que contaminados por el bullicio de los nuevos cotilleos que corrían por todo South Shore.

—Dan Tomlinson es un idiota —inquirió Liam, uniéndose a la conversación—, ¿Para qué quieres ir a una de sus fiestas?

—Por mujeres, es obvio —soltó el rizado, con una carcajada, ya que sabía que su amigo estaba desesperado por meterla en algún lado—. Lleva tres meses sobreviviendo con su mano y un botecito de lubricante.

—¡Te dije que no te metieras en mis cosas! —Niall bramó, golpeando en el hombro al rizado.

Liam se carcajeaba ante la cómica escena, Niall encima de Harry, y él ocultando su rostro entre sus brazos mientras gritaba en tono burlón:

—"Oh, soy Manuela, bésame, Niall. ¡Oh no! ¡Ese líquido blanco otra vez! ¡No, Niall! ¡No de nuevo!"

—¡Callate! ¡Callate! ¡Callate! Maldito idiota! —Niall se había abalanzado completamente sobre Harry, aplastandolo contra el césped.

—Ya, Niall —dijo Harry en tono suplicante—, estás más gordo que Liam, bajate.

—Oye —se quejó Liam, pero sin contener su sonrisa, lo de Niall había sido muy gracioso.

—Ustedes de verdad son unos completos idiotas —Niall bramó—. ¿Podemos volver al tema de la fiesta? ¿Tu que dices, Liam?

—Estoy dentro, quiero ver como te emborrachas y haces uno de tus espectáculos.

—Perfecto, ¿Harry? —el rubio fijó su mirada en Harry, de una forma desafiante, casi como si tratara de controlar su mente para que aceptara.

Harry bajó su vista al suelo, cohibido por la mirada de su amigo.

—Y-yo... No sé...

—Por favor, Harry —Niall suplicó—. Prometo conseguirte una mamada de el chico más lindo que encuentre, se que nunca te han hecho una.

—¡Niall! —chilló.

—Vamos Harry —animó Liam—, La pasaremos bien.

El ojiverde miró a sus dos amigos, el de verdad no quería ir, no necesitaba que la gente notara su existencia, y tampoco necesitaba una mamada —tal vez sí, pero nunca con tanta urgencia— pero no podía negarse a las miradas inescrutables de ambos chicos, así que muy a su pesar, cedió.

—Está bien, maldita sea —suspiró— Los odio, saben, a ustedes y a su maldito poder de persuasión.




—Louis, por los mil demonios, ¿Sería mucha mucho pedir un poco de tu ayuda con esto? —Dan bufó, obviamente estresado por todo lo que conllevaba hacer una fiesta, normalmente él nunca tenía que organizar una mierda, pero ahora tenía que hacerlo solo.

El ojiazul sentado en uno de los sofás, de una forma bastante perezosa, suspiró.

—Dime, primito —Tomlinson dió un trago a su cerveza—, ¿De quién es la maldita fiesta?

DEMON. [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora