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-¡Katherine!- me llama mi mamá desde la cocina. -¡A desayunar!

Primer día de escuela, un nuevo comienzo le digo yo como todos los años, un año de oportunidades y por oportunidades me refiero a oportunidad en el amor.

Tengo dieciséis años actualmente y jamás he sentido aquellas cosquillas en el estómago, "mariposas", creo que así las llaman.

Todas mis amigas, incluyendo a Lauren, la cual es mi mejor amiga desde la primaria ya han tenido novio y siempre que salíamos yo la hacia de mal tercio fuéramos a donde fuéramos, ni hablar del cine, era toda una tortura. Ahora en primer grado de preparatoria creo que ya debería ser momento de estar enamorada.

-¡Voy!- exclamo y bajo las escaleras acomodandome el suéter de la escuela. Me siento en el desayunador y golpeo con las manos el azulejo. Mi mamá me pasa mi plato con huevos estrellados y frijoles.

-Buen provecho- dice y yo asiento llevándome el primer bocado a la boca.

Una vez terminado el desayuno le doy una ultima repasada a mi cabello, tomo mi mochila y me la paso a un hombro.

-¡Suerte!- me grita mi mamá desde la puerta, yo me volteo.

-¡Gracias!- digo con entusiasmo y sigo mi camino hasta la escuela.

A medio camino de mi casa a la escuela está la casa de Lauren, me paro enfrente de su casa como todos los días y chiflo nuestra señal, como lo vimos mientras veíamos juntas Los Juegos del Hambre, a ambas se nos hizo muy buena idea el tener nuestra propia señal para llamarnos para así encontrarnos entre multitudes. Ella sale de su casa con el pelo alborotado.

-¿Qué te pasó?- pregunto al verle el cabello.

-Natan- dice pronunciando el nombre de su hermanito menor -Eso pasó

Saco de mi mochila un gorrito de gato y se lo entrego.

-No querrás llegar a clase con ese nido en la cabeza- digo.

-Kat, eres mi héroe- dice poniéndose el gorro.

-¡Bueno vámonos!- digo y ella asiente para después correr lo más rápido que puede a la escuela. -¡Tramposa!

Ella ríe y yo corro tras de ella pisándole los talones, para ser asmática corre demasiado, o de otra forma yo soy muy lenta.

Una vez en la escuela ambas paramos jadeantes, ella saca su inhalador y se recupera de inmediato después de respirar el antibiótico que contiene esa cosa.

-Sigues siendo igual de lenta- dice Lauren burlándose.

-¿Quién es la bailarina aquí?- pregunto alardeando.

-Tú- dice -Pero es que tu eres más coordinada, de otra forma yo sería la bailarina.

Ambas reímos y avanzamos a nuestro salón.

Así es, yo bailo, y bailo cualquier cosa realmente, todo excepto reggaeton, eso no es baile y la música no tiene sentido.

Entramos a nuestro salón y recorremos todo con la mirada antes de entrar, todos parecen estar desorientados, como era de esperarse dado que somos de primero y muchos no conocían la escuela por dentro.

Caminamos hasta los pupitres de hasta atrás que quedan vacíos, ambos juntos.

-¿En que salón está Roger?- pregunto a Lauren en cuanto me instalo.

-El tercero a la derecha de aquí- dice automáticamente.

-No pues que bien informada- me burlo y ella rueda los ojos y después esboza una sonrisa.

-Es que me acaba de saludar antes de entrar- se defiende y después saca un libro de la mochila.

-¿Cuál es ese?- pregunto y ella me lo pasa. La portada es verde claro, muy claro pero brillante, no lo puedo creer -¡Las ventajas de ser invisible!

-Por supuesto querida- dice volviendolo a meter en su mochila -Pero aún no lo termino así que no te lo puedo prestar.

-Pero me lo prestarás cierto?- pregunto y ella asiente.

-¿Qué clase de mejor amiga sería si no?.

Ambas sonreimos y entonces entra el primer profesor.

-Buenos dias alumnos, bienvenidos a la preparatoria "Abraham", felicidades por su primer año en prepa. Se que será un año lleno de aprendizaje.

Suspiro, que empiece la aventura




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