Las huellas de tus pies, se desvanecen al ritmo del viento
Atrás y adelante a un incesante paso, sin dejar que el tiempo sea el que tenga el privilegio de desaparecer tu recuerdo.
En éste suelo que es testigo de tus pasos y tus recuerdos, se quedan las lágrimas del cielo, desde el día que tu reflejo se lo llevó el río de nuestros sentimientos.
Y te pienso, te sueño y te anhelo y el crepúsculo sigue latente a tu regreso.
