Prólogo

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Era de noche, estaba oscuro, solo se veía la poca luz de la luna, había luna llena, brillaba más que nunca. En la calle se encontraba un adolescente de no mas de 17 años, cabellos negro y vestido con un pantalón de mezclilla con unos converse negros. Cualquiera que lo viera diría "este chico no tiene miedo de caminar solo de noche" mas su mente era otra cosa muy distinto a lo que hacía y pensaba.

-"Los monstruos no existen.."-Repitió por novena vez mientras caminaba. No llevaba prisa, en su casa ya sabían que el acostumbraba a llegar más tarde de lo acordado.

Se escucharon un crujir de hojas y claramente no había sido él el causante de dicho ruido. Su corazón empezó a latir rápido y acelero el paso sin voltear a ver, el ruido se escucho más cerca y como reacción miró atrás y vio lo que al parecer era un gato cazando a una rata que no se dejaba atrapar. Suspiró pesadamente y siguió a paso normal.

-Puto gato- Murmuró un poco  inaudible.

 Una sombra salió de la oscuridad y vio al pelinegro caminar y murmurar algo que claramente no entendió -Carne fresca- dicho esto fue de casa en casa por la oscuridad que estas le daban y así ir más rápido.

El pelinegro volteo a ver atrás cuando escucho el más mínimo ruido de las hojas de un árbol moviéndose por el repentino aire que corrió de repente y así ver de reojo una silueta que se detuvo cuando el la vio  abrió los ojos como platos y dijo en voz baja - No es real.- Pero paro en seco cuando vio que la sombra flotó hacia él.

Lo único que se le ocurrió al pelinegro fue salir corriendo con todo lo que sus pies le ofrecían, sin darse cuenta entro a una calle que el no conocía más eso no fue suficiente para detenerse. Con pasos torpes giró a la izquierda adentrándose a un a lo que parecía ser un callejón, pero había un pequeño detalle.. el callejón no tenía salida "Vaya cliché"- pensó mientras veía desesperado por la situación en la que se encontraba. 

No le quedó de otra.

Volteo lentamente hacia atrás encontrándose con la misma sombra que estaba flotando sin dueño alguno. Esto definitivamente lo iba a dejar traumatizado por un largo tiempo, tendría que ir al psicólogo pero el no quería eso, él quería ser valiente y afrontarlo pero su miedo no se lo permitía.

Esperó a que pasara lo que sea que tenía que pasar, pero se sorprendió al escuchar a la sombra hablar:

-No tengas miedo.. el está aquí.

-Qui-quien?- Preguntó trastabillando. 

-El coco- Se acerco extendiendo su mano-Ven conmigo, no te haré daño

El pelinegro lo dudó, él no tenía por que ir con la sombra-Quien eres?.. Y porqué me  quieres llevar?- se atrevió a preguntar después de unos minutos

-Eso es confidencial ordenes del superior. Solo dime sombra y si no quieres morir con tus peores miedos será mejor que vengas por las buenas o por las malas!-Sombra se desesperó al esperar la respuesta que nunca llegó y no lo dudó más tiempo. Lo tomo del codo izquierdo y empezó a levitar. Rebasando casas, arboles y edificios.

El chico al darse cuenta de que ya no estaba tocando tierra se preocupo y agarró a sombra de su brazo mirando a que altura iban. Llegó a pensar que saldrían del planeta. Sombra miró con asco al pelinegro y solo rodó los ojos evitando mirarlo, así que solo miró enfrente  y siguió con su trabajo de llevárselo a donde pertenece según su rey.

Believe to see - (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora