Negación

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Cuando le quedó claro a Teito que Frau no se salvaría sin la ayuda de Ayanami, supo que no le quedaba otra opción que pedir su ayuda. Odiaba tener que suplicarle a su peor enemigo por su ayuda, pero no podía dejar que la maldición destruyera a Frau. Ayanami le obligó a regresar a la academia militar como estudiante, diciéndole que debía hacerlo si esperaba que Ayanami le ayudara. Aún peor era el hecho que Ayanami le diera clases también. Aparentemente había decidido eso para poder supervisar a Teito personalmente.

" Espera Teito, quédate después de clases, necesito hablar contigo..."

En cuanto los demás estudiantes salieron de la clase, Ayanami sensei cerró la puerta con llave. Momentos después Teito sintió como Ayanami acariciaba su rostro

" No creas que puedes seguir con esto " dijo el joven mientras apartaba a la fuerza la mano de su sensei.

"¿Oh? ¿Qué es esto, te resistes? sabes que no puedes resistirme Teito, no puedo permitirlo." Dijo Ayanami mientras le robaba un beso a la fuerza "Sabes lo que sucederá si resistes verdad?" Ayanami empujó a Teito contra la pared sin dejar apenas espacio entre los cuerpos de ambos. Ayanami besó nuevamente a Teito mordiendo levemente el labio inferior de éste. El cuerpo del joven tembló de asco.

"Eres asqueroso. Cada vez que me tocas desearía morir, si no fuera porque eres el único que puede salvar a Frau..."

"Exacto, nadie más puede retirar la maldición de Verloren del cuerpo de Frau. Aunque, es su merecido por robar mi arma." Ayanami sonrió cruelmente mientras desabotonaba el uniforme de Teito, tomándose su tiempo mientras pasaba su lengua por la oreja derecha de Teito, dándole leves mordiscos.

"Detente, no entiendo porque insistes en hacer estas cosas, sé muy bien que no te gusto, no creo que seas capaz de sentir algo en absoluto" Teito cerró los ojos con fuerza cuando Ayanami lo despojó de todas sus ropas que desparramó por el suelo del aula.

"Ah, bueno ciertamente no tengo eso llamado "sentimientos" por ti. Simplemente me agrada ver tu sufrimiento, además te has vuelto bastante bueno en esto, en brindarme placer con tu patético cuerpo..."

Ayanami se quitó los guantes con una sonrisa. "Te destrozaré Teito, te destrozaré de tal forma que no recordarás ni tu nombre, serás mi esclavo, mi más devoto esclavo...y te gustará"

Ayanami arañó el pecho de Teito dejando ligeras marcas rojas en la piel blanca. Después volvió a hacerlo con más fuerza hasta que brotó una delgada línea de sangre. Seguidamente acarició los pezones de Teito de forma circular para después  morderlos levemente hasta ponerlos erectos. La constante estimulación hizo que Teito sintiera como una oleada de placer se extendía desde sus pezones hasta su entrepierna. 

"Ah~" Teito apretó los labios tratando de no dejar saber a Ayanami lo sensible que era a sus caricias.

"Te gusta, ¿no es así? Teito, tu cuerpo es muy sincero" dijo Ayanami mientras acariciaba el miembro semi erecto de Teito.

"No, claro que no.. Ahh~ no... no ... Ahh~ Ahh~ . No me toques allí...Ahhh~" Teito se sentía frustrado por no poder ignorar las precisas caricias de Ayanami. Éste conocía todos los puntos erógenos de su cuerpo y Teito no podía evitar sentir placer cuando lo tocaba.

"Teito... ¡Te pones tan excitado con tan poca cosa!, mira ya estas completamente duro, que sucio eres" Ayanami deslizaba hábilmente su mano desde la base del miembro de Teito hasta su punta la cual restregaba con la palma de su mano.

"No te deseo! eres.. Ahh~ odioso Ahh~ Ahh~ humm~ " lágrimas cayeron por las mejillas de Teito, sabía que no podía evitar las ondas de placer que recorrían su cuerpo, ni los sonidos que delataban lo excitado que estaba.

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