¿Tú? No eres un unicornio

1. Unicornios, nutella y chicos pelirojos

Hola soy Allison, bla bla bla... Vamos  dejarnos de presentaciones y empecemos con lo importante.

Mientras dormía tranquilamente, algo me sobresaltó tanto que me caí de mi preciada cama.

-¡HIJOS DE SNOW! ¿¡¿¡QUERÉIS MATARME DE UN SUSTO O QUÉ?!?!- grité a pleno pulmón para que los dos monstruitos que bajaban las escaleras me oyeran bien.

-Allison, no grites que la abuela sigue durmiendo- dijo mi madre entrando en mi habitación sin inmutarse del escándalo que estábamos montando mis hermanos y yo.

-Pero mama, esos monstruos me han despertado y por su culpa me he caído de la cama- dije de mala gana.

-Son tus hermanos, y además solo tienen 9 años- dijo regañandome.

-¿Sólo? Eso significa que aun faltan muchos años para que se larguen- dije susurrando y con una sonrisa maliciosa en mi cara.

-Te he oído, Allison- dijo mi madre aguantando la risa

-¡ESA ERA LA IDEA MAMÁ!- grité entrando al baño de mi habitación.

Me quité el pijama y me metí en la ducha. Cuando salí había pasado media hora, eso significaba que solo tenia 20 minutos para llegar al instituto. Me puse unos vaqueros, una camiseta blanca de Netflix, una camisa a cuadros roja y negra y unas nike blancas. Me lavé los dientes, me puse desodorante y cuándo estuve completamente lista bajé a coger alguna cosa para desayunar.

-Hola Alli, llegas tarde, por si no lo sabías- dijo mi padre con sarcasmo.

-Ja ja ja, que gracioso- dije rodando los ojos.

Cogí una manzana y salí corriendo para llegar a tiempo al instituto, o mejor dicho, la cárcel que te permite ver tíos buenos. Si he dicho eso, porque aunque sea una cárcel, hay tíos buenos.

-¿Alli me estas escuchando?- dijo Mark, mi mejor amigo, sacándome de mis pensamientos.

¿¡¿¡COMO HA LLEGADO TAN RÁPIDO Y SIN QUE ME DIERA CUENTA?!?!

-Llevo aquí un buen rato, Alli- dijo Mark riendo.

-¿Lo he dicho en voz alta, verdad?- dije soltando una carcajada.

Asintió con la cabeza mientras llegábamos, con las justas, al instituto.

-¿Que toca ahora?- dijo Mark abriendo su taquilla y cogiendo sus cosas.

- Ehhh... ¿Física?- dije poniendo una cara inocente.

-¿Llevamos 4 meses aquí y aun no te sabes bien el horario?- dijo empezando a correr hacia clase- Bueno, si es así... ¡¡¡EL QUE LLEGUE EL ULTIMOS HACE LOS DEBERES DEL OTRO!!!

-¿TENGO MUCHOS, SEGURO QUE PODRÁS?-dije cogiendo un atajo que me hizo llegar antes.

-Para ti siempre, princesa- dijo con una sonrisa burlona en la cara.

-¿Y ese nombre?- dije riendome.

-No lo sé- dice encogiéndose de hombros.

Entramos y la profesora Silvia no estaba. En su lugar había un bote de Nutella... ¡¡ES MÍO Y QUIÉN SE ATREVA A TOCARLO SE LAS VERÁ CONMIGO!!

-Va-vale- gritaron todos en la clase.

-¿Otra vez verdad?- le pregunté a Mark.

-Tu lo has dicho- dijo sentándose en su silla.

Mientras voy caminando hacia MI NUTELLA, un chico pelirrojo la coge antes y se va corriendo.

-¡¡VUELVE AQUI CON MI NUTELLA SI NO QUIERES QUE TE COJA ESAS DIMINUTAS PELOTAS QUE TIENES Y TE LAS HAGA COMER COMO GUISANTES!!!- grité persiguiendo a ese ladrón insensible que huía como un cobarde.

-¡NO LLEVA TU NOMBRE, ASÍ QUE NO ES TUYA!- gritó el ladrón.

-MI EJÉRCITO DE OREOS NO DICE LO MISMO LADRÓN DE PACOTILLA- grité yo corriendo aún más rápido.

-¿Ejército de oreos?- dijo parando de golpe, haciendo que cayera encima de él.

-Sí, y como no me devuelvas mi Nutella te matará sin piedad- dije con una sonrisa diabólica en la boca.

-Ni en un millón de años- dijo empezando otra vez a correr.

Sin darme cuenta había cogido su cinturón, pero no lo supe ciertamente hasta que vi unos calzoncillos blancos con unicornios rosas aparecer debajo de sus pantalones.

-Ups- dije con mi mejor cara inocente.

-¿¡¿¡¿¡PERO QUE ES ESTE ESCANDALO?!?!?!- gritó alguien a nuestras espaldas.

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Holaaa crazys!!
Este es el primer capítulo que escribo y aunque no sea muy buena escribiendo me gustaría que mi historia fuera conocida.
Os quiero mucho😙😙.