El hombre imaginarioEl hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria,
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.De los muros imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios,
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en un mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios.Todas las tardes imaginarias,
sube la escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios.Sombras imaginarias
viven por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario.Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.—Nicanor Parra.